Opinión

Economía 2023, mucho discurso y poca acción

Por Alejandro Barrera

A menos de 7 días de cerrar el año 2023, una pregunta constante es sobre el balance de la economía colombiana durante el año. Claramente existen diversos episodios que valdría la pena exponer, sin embargo, haciendo un ponderado ofrezco 5 conclusiones, donde se muestra mucho discurso y poca acción.

1. Inflación y empleo. Son las dos principales variables macroeconómicas de revisión. Por un lado, la inflación entró en una senda de desaceleración en la velocidad de crecimiento de los precios de los productos y servicios en la economía, lo cual, es un alivio para las decisiones de consumo de los hogares. Sin embargo, el país registra una de las inflaciones más altas entre los países de la OCDE, siendo una encrucijada para la política monetaria. Por otro lado, el empleo cierra el año con buenas cifras, a pesar de la contracción generalizada de la actividad económica, hecho que seguramente dará señales de inflexión a inicios del próximo año, donde un cambio estructural por efecto pandemia hacia servicios está ayudando en alargar ese resultado tardío en el empleo.

2. Reformas y ejecución. Una característica de la economía del país en 2023 fue la propuesta de diversas reformas que han sido el centro de atención del debate. Las reformas pueden ser bien intencionadas, pero han tenido alta crítica por parte de técnicos y expertos sectoriales por sus efectos sociales y macroeconómicos de mediano y largo plazo, y la poca resolución de problemas estructurales, donde el común denominador ha sido el activismo y la ideología. A lo anterior, que tiene que ver con las reglas de juego institucionales, la ejecución presupuestal no ha sido la más eficiente, limitando el rol de sector público dentro del sistema económico.

3. Lenguaje y confianza. El Gobierno actual tiene una clara postura a favor de la intervención del Estado en los asuntos económicos, lo cual, ha generado mensajes agresivos contra el sector privado, llevando a una tensión constante, en un desconocimiento del papel de este sector en el funcionamiento del sistema económico para la producción y distribución de la riqueza. Lo anterior, reduce la confianza para la inversión privada, en una coyuntura de rigidez monetaria por altas tasas de interés, que se combinan para un efecto aumentado en deterioro de la demanda agregada.

4. Sectores líderes. Los principales sectores tradicionales de industria, construcción y comercio registraron indicadores negativos en ventas y producción real, siendo actividades reconocidas en la dinámica del empleo y especialmente en la generación de encadenamientos productivos hacia adelante y hacia atrás que representan motores claves para el crecimiento y dinamismo de la actividad económica. Sin recuperación de estos sectores, la economía continuará creciendo alejado de su potencial.

5. Dinámica exportadora. Alineado a los indicadores negativos en la industria, la variación de las exportaciones también presenta cifras negativas, a pesar de tener un buen comportamiento frente a 2019, lo cual, reduce las expectativas frente a las metas de industrialización, y sigue siendo una enorme deuda histórica de transformación productiva del país, en un deseo de reducir la dependencia minero-energética que no se cumple por exportaciones ni por Inversión Extranjera Directa hasta la fecha.

La moderación del discurso y la articulación con el sector privado es la única manera para proyectar positivamente la economía en 2024. 

BC Noticias

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