Opinión

La IA en la Educación

Por Diego Armando Cárdenas Rendón

La Sociedad del Conocimiento ha traído tantas ventajas a los seres humanos en los últimos dos siglos que difícilmente se identifican sus inconvenientes, ha traspasado tantos límites que cada avance aumenta el nivel de asombro. Facilita cientos de trabajos, mejora la calidad de vida de millones de ciudadanos y permite acceso a todo tipo de información; solo por mencionar algunas. En cuanto a los problemas; la saturación de la información, la adicción a los dispositivos y los problemas de los niños para relacionarse socialmente son la tendencia en esta misma época. Aunque pocas veces se reconozcan.

El Mundo Digital ha trastocado todos los ámbitos tradicionales, entre ellos la educación, a la que, además de sus propios problemas se debe sumar uno más, que se veía venir pero que no estábamos seguros de su fecha de llegada, hasta que finalmente arribó a las aulas de clase.

Los enigmas de la enseñanza ya no se reducen al modo de aprendizaje de los estudiantes, a las responsabilidades de cada miembro de la comunidad educativa o al uso y abuso de los dispositivos electrónicos durante las jornadas académicas. Aunque siguen y seguirán vigentes como columna vertebral de la educación, ha surgido otro como consecuencia de la Sociedad inicialmente mencionada y que necesita la misma atención que los otros para que no entorpezca el proceso de aprendizaje de los estudiantes, se trata de la Inteligencia Artificial (IA). Con ella, nuevamente entra en cuestión la labor docente y el manejo que se le puede brindar a este avance tecnológico en las aulas de clase.

Durante mis labores como docente, apenas he visto dos o tres funciones de la IA y me parecen más que asombrosas, aterradoras, pues se asemejan a las de cualquier estudiante promedio; operaciones matemáticas complejas, consultas temáticas y hasta ensayos, son tareas perfectamente realizadas por ella, suficiente razón para considerarla un facilitador peligroso frente a la formación de los niños y su desarrollo mental-cognitivo. Incluso se puede considerar el caldo de cultivo perfecto para que congelen el cerebro.  

Ahora, los docentes también debemos estar pendientes de que los niños no le ordenen a la IA hacer sus trabajos en clase y en casa. ¿Estamos preparados para hacerlo?

BC Noticias

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