Por Diego Armando Cárdenas Rendón
Primero me pareció irrespetuoso que el Independiente Medellín faltara a su encuentro con Jaguares en la ciudad de Montería, pero ahora que lo pienso fue una buena decisión y no porque hayan alegado razones de seguridad o falta de garantías para llevar a cabo el encuentro en medio un paro armado; sino porque lastimosamente en este país el fútbol siempre ha sido el circo del pueblo. Toda crisis se soluciona con un partido informado y televisado por los grandes medios, es la mejor arma de manipulación social. Algunos dirán que solo se debe tomar como entretenimiento y que ofrece espacio de recreativos para sobrellevar tantos problemas que aquejan a Colombia, a mi parecer, lo que sucede es que el colombiano está tan acostumbrado a vivir en medio de abusos, de violencia y de toda serie de problemas que ha perdido su sensibilidad y prefiere entretenerse que pensar.
Independientemente a las razones que haya argumentado el equipo paisa para su inasistencia, fue un hecho que empezó a poner en la mesa la grave situación armada producida por el Clan del Golfo y que están enfrentando los departamentos de Antioquia, Córdoba, Sucre, Bolívar y Chocó; según el diario El Colombiano, como represalia a la captura y extradición de su líder Dairo Antonio Úsuga, Otoniel. Las acciones bélicas tienen a poblaciones enteras bajo confinamiento; comercios cerrados, clases suspendidas y el temor constante por los hechos violentos ocurridos. El grupo armado está controlando el territorio con violencia, quema de vehículos y obstrucción en vías nacionales. El estado, como es costumbre en Colombia, atendió la situación demasiado tarde, tres días después de iniciado el acontecimiento envió pie de fuerza para contener al grupo paramilitar y garantizar la seguridad de los viajeros. Lo que se debe esperar ahora es que este acontecimiento no se convierta en política de campaña presidencias a tres semanas de los comicios.
Que el fútbol se convierta en medio de denuncia y difusión de los grandes problemas que tiene el país, como el olvido estatal que deben enfrentar a diarios cientos de colombianos a quienes ni siquiera se les garantizan los servicios básicos.
Licenciado en Filosofía y Letras. Propietario y Empleado de la Marca LeTinto Edición y Corrección de Estilo
BC Noticias
