De acuerdo con un estudio realizado por Unicef, el 30 por ciento de los niños colombianos tiene problemas de obesidad. Este porcentaje está directamente relacionado con el efecto que tienen los anuncios publicitarios en los hábitos alimenticios de los niños y, para evitar que sus efectos nocivos sigan extendiéndose, los padres piden la restricción de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables. Se calcula que un gran porcentaje de niños y adolescentes no tendría problemas de sobrepeso si no fuera por la exposición a publicidad maliciosa y, además, a cualquier tipo de pantalla, actividad sedentaria que incide en maximizar los factores de riesgo de la obesidad.
¿Por qué los niños se ven afectados por la publicidad?
Se calcula que los niños ven aproximadamente 300 000 anuncios publicitarios por año. Entre esos anuncios, la gran mayoría publicita productos alimenticios no saludables que repercuten en el consumo de bebidas azucaradas y comida chatarra. Los niños son vulnerables a la publicidad y no comprenden que se trata de una estrategia de persuasión. La preocupación radica en que las empresas dedicadas al rubro se aprovechan de esta situación sobrepasando los controles gubernamentales a través del uso de figuras conocidas, canciones pegadizas y la felicidad que conlleva consumir los productos promocionados. El reclamo colectivo es que se regule qué tipo de publicidad se trasmite en los medios de comunicación para mitigar los efectos nocivos que puede tener en los hábitos alimenticios del sector más vulnerable de la población.
La televisión no es la única culpable
Además de las horas que pasan los niños frente al televisor, la llegada de Internet y los teléfonos celulares parece complicar aún más el panorama. Muchos niños reemplazan la televisión por contenido digital y regular la publicidad en estos medios se torna incluso más complicado. Por ejemplo, en el Reino Unido existen regulaciones a la publicidad que se transmite por televisión, pero no a través de las plataformas digitales como Youtube. Al tratarse de medios no regulados, los problemas de obesidad siguen extendiéndose y la Organización Mundial de la Salud pide a los gobiernos que restrinjan también los anuncios publicitarios digitales. Como defensa, las empresas de marketing declaran que los consumidores pueden elegir qué alimentos consumen y que no existe relación entre los hábitos alimenticios de los niños y las publicidades. Las estrategias de marketing abusan de la vulnerabilidad de los menores y se encargan de que los consumidores sean fieles a una marca desde temprana edad.
Un porcentaje muy alto de la población infantil sufre problemas de obesidad; una de las principales razones es la exposición a anuncios publicitarios de alimentos y bebidas poco saludables. Las estrategias de marketing se aseguran un público fiel debido a la vulnerabilidad de los niños que no entienden de persuasión. La preocupación de las organizaciones de salud crece y se reclama que los gobiernos restrinjan los anuncios publicitarios en los medios. Las empresas aseguran no incidir en los hábitos alimenticios de los niños, pero los estudios demuestran lo contrario.
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