Por Sergio López Arias
Después de dos meses del ejercicio del nuevo gobierno nacional en cabeza del presidente Gustavo Petro, son muchas las reflexiones que podríamos hacer de un gobierno que se autodescribe como progresista, y afirma ser el primer de tal naturaleza en la historia de Colombia; si bien podríamos hablar de aciertos y desaciertos, deberíamos indicar que el inicio del nuevo gobierno en la designación de los profesionales que ocuparían las diferentes carteras ministeriales fue considerado un buen inicio, en primer lugar se designaron personas con capacidades académicas supremamente interesantes, pero sin experiencia en el ejercicio político, de igual manera se nombraron personas adultas que ocuparon en anteriores administraciones cargos ministeriales y que han dedicado su vida al ejercicio de la política.
Los más adeptos seguidores del Petrismo frente a los primeros aplaudieron argumentando el cambio tan anhelado de gente nueva ajena a las tal llamadas “mañas de la política tradicional”, y por el contrario criticaron a los políticos tradicionales que vinieron acompañar al presidente, como si en ellos vieran reflejados esa político que creyeron superar en las urnas; pues bien todos iniciaron de cero sus gestiones en las respectivas carteras y empezamos a ver como ya el ejercicio de administrar fue dando el talante en cada uno de ellos, dándose los primeros desaciertos no en temas de fondo sino de forma, claro está, desaciertos que con toda seguridad han recaído en el grupo de ministros más académicos pero con poca experiencia en el ejercicio público, desaciertos que no cuestionan la capacidad académica que puedan tener en las soluciones que espera este país, sino en la forma como se expresan las mismas y se pretenden llegar a cada uno de los sectores de la sociedad.
Es posible que después de tantos años de espera en llegar al poder, se desarrollarán muchas ideas académicas del sistema socialdemócrata que invocan, lo que no es posible es pretender aprender de política en libros, teorías o aulas; la política es una arte que se vive de la experiencia, si bien la academia es supremamente importante para el conocimiento de lo sustantivo, las formas están dadas por el vivir en el ejercicio público, aspectos como la forma de tratar los periodistas, los congresistas, los empresarios, la comunidad internacional y el pueblo en general, solo se aprende allí en el servicio público.
Hoy si no fuera por Ministros como el de Hacienda, Agricultura, y el Canciller entre los del grupo de la política tradicional, eran muchas las críticas que tendría la nueva presidencia, por eso existe un dicho que dice “la política es para políticos”, no para afirmar que nunca debe existir un cambio, sino para entender que las formas son necesarios para alcanzar las metas contempladas, y son allí en las formas donde el Presidente hoy se da cuenta que los políticos tradicionales se requieren para ese ejercicio de gobernar en medio de la diferencia, las formas serán definitivas para el éxito del nuevo gobierno o para su propio fracaso.
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