Por Diego Armando Cárdenas Rendón
El pasado viernes 20 de octubre el Estado colombiano entregó una carta a la Organización de las Naciones Unidad (ONU) en la que se compromete a respetar y cumplir El Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto firmado con las FARC-EP en el 2016. Una jugada magistral del gobierno, si se tiene en cuenta que el mandatario anterior avanzó poco con los compromisos adquiridos. En el mismo documento, el gobierno también recuerda algunas de las funciones y obligaciones morales y legales de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) como fundamento para cumplir dicho Acuerdo. Este hecho incomodó a la JEP y afectó las relaciones de las partes. En esta ocasión, trataremos de entender las razones de esta discordia y por qué la iniciativa gubernamental incomodó a la JEP.
Según Carlos Vidal, su presidente, la entidad es uno de los resultados del Proceso de Paz y desde allí adquirió responsabilidades judiciales. Entre ellas; investigar y sancionar las faltas cometidas por todas las partes en el marco del conflicto armado. Asimismo, es independiente a los poderes públicos y por ende cuenta con total autonomía para decidir la manera en la que desempeña sus labores; ningún funcionario debería hacerle observaciones o recomendaciones y menos en público.
Adicionalmente, si bien es cierto que la JEP cuenta con un carácter especial, pertenece a la Rama Judicial y no puede ni debe aceptar intervenciones de la Rama Ejecutiva, pues esto es inaceptable para la democracia, ya que puede desestabilizarla y sesgarla. Y fue precisamente lo que ocurrió.
Si un presidente en ejercicio no respeta los límites de la justicia y usa su cargo para entrometerse, de cualquier manera, en su desarrollo; se podría estar hablando de abuso de autoridad y de una justicia sesgada por intereses personales o políticos.
No están claras las intenciones del presidente al referirse a la JEP; lo que si debe hacer es asegurarse de cumplir lo pactado hace siete años y prestar mayor atención a sus propias labores para cumplir las promesas de Paz.
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