Por Sergio López Arias
En los diferentes municipios del departamento aparecen en la actualidad candidatos con voto de opinión favorable, dándose algunos por ganadores de la contienda electoral, sin considerar que viene un mes de muchas decisiones para los diferentes partidos políticos, en particular para los candidatos actuales.
Existen candidatos con voto de favorabilidad que superan enormemente a otros, es un común denominador en todos los municipios, que la suma de los demás candidatos pueden arrasar con el que en la actualidad goza de alguna favorabilidad, por tanto no existe campaña pequeña o candidato sin importancia, la contienda se define por un voto; existen candidatos que no superan de un 1% en las encuestas, ese 1% representa por lo menos ese voto que puede hacer la diferencia el día de elecciones, es momento por tanto de que los candidatos con bajos niveles de favorabilidad hagan un alto y reflexionen si podrán aumentar esos niveles en las próximas semanas, o si por el contrario unirse podría ser la opción para mantener su proyecto político representado en acuerdos programáticos de una próxima administración.
Los candidatos deben dejar los egos y ser conscientes de las posibilidades que tienen, al final es mejor ganar un poco y no perderlo todo, los verdaderos liderazgos no son de momento, permanecen en el tiempo y esa permanencia se puede dar en un buen acuerdo programático con los eventuales candidatos de mayor favorabilidad; para estos candidatos y sus equipos es menester revisar el comportamiento de las encuestas, a fin de definir si en realidad tendrían alguna opción de superar a sus adversarios electorales con mayor favorabilidad, análisis que deberán realizar de igual manera los equipos primarios de los candidatos, quienes no pueden depender su futuro político de los egos del mismo, los votos no están exclusivamente en los candidatos, gran parte se deben también a los lideres que conforman sus equipos, y si bien la fidelidad debe ser una regla de oro en la política, la coherencia y la responsabilidad también deben ser una máxima que irradien el comportamiento de los partidos políticos, es supremamente irresponsable un candidato que por sus egos expresa que “dará la batalla hasta el final”, siendo consciente de las mínimas posibilidades de ganar y dejando por tanto en el limbo a sus equipos de campaña.
El liderazgo se debe mostrar no solo en mantenerse como equivocadamente piensan algunos, sino en tomar las mejores decisiones para la continuidad de los postulados políticos del grupo que creyó en su propuesta y que en esta ocasión no tienen las condiciones de llegar al poder, pero podrán vía acuerdo programático ver reflejados en el territorio sus propuestas de ciudad, y en algunos casos definir laboralmente su grupo primario como parte de la estructura necesaria en la continuidad del proyecto político respectivo, por ello, es necesario el análisis de la campaña con el candidato, que seguramente hoy después de la misma será un gran amigo de todos los de su equipo, amigo que “uno tendrá que llevar al cementerio pero que no se podrá enterrar con él” como dirían los sabios abuelos, es momento entonces de entender que sumar también es una opción para triunfar, y al final los candidatos de mayor favorabilidad que logren sumar más de sus compañeros candidatos podrán tener una victoria efectiva en la próxima contienda electoral.
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