Opinión

Libertad de Expresión: Aquello que no nos gusta oír

Por Diego Armando Cárdenas Rendón

En las democracias la libertad de expresión, además de ser una de sus mayores y mejores características, también es un derecho fundamental; lo que no significa que todos puedan decir lo que quieran, sino que lo deben hacer dentro de unos fuertes parámetros legales y morales establecidos. En alguna ocasión leí que la libertad de expresión es decir aquello que el otro no quiere oír y este es precisamente el trabajo de los columnistas; expresar esas verdades que incomodan a unos cuantos siempre y cuando cuenten con las evidencias y argumentos indispensables a la hora de hacerlo y no violen los parámetros inicialmente mencionados. En este sentido los columnistas tenemos que cumplir algunas labores fundamentales, además de lo anterior y de exponer posturas propias, también mostramos otras caras de los hechos y expresamos lo que los medios no pueden porque sus intereses o ideologías lo prohíbe.

En este marco de acción María Alejandra Villamizar escribió un texto que incomodó al comandante del ELN Antonio García, en el cual manifiesta falta de voluntad política tanto de esa guerrilla como del gobierno para finiquitar el conflicto; dense la mano y no vuelvan a pelear puede uno inferir que es la idea central de la columna más allá de su título sugestivo tomado de una canción popular.

Claro que sí, todos estamos cansados de la guerra; de las miles y hasta millones de víctimas que ha dejado en más de medio siglo. Muertes, desplazamientos, desapariciones y el llanto de otros cientos de hombres y mujeres por la pérdida de sus seres queridos. Eso ya no lo queremos, pero tampoco se puede reducir la guerra a un simple apretón de mano; por eso, la incomodidad del comandante es comprensible.

Villamizar hace reclamos a los dos bandos como quien llama la atención de un par de niños que pelean en la escuela y de esa manera no se puede entender el conflicto interno colombiano. Pero de ahí a amenazar de muerte a la periodista como lo hizo el jefe del ELN es inaudito y merece todo el rechazo posible.

Infortunadamente para el jefe guerrillero y afortunadamente para el resto de los colombianos la autora de la columna cuenta con la libertad de decir todo aquello que dijo aunque muchos no estemos de acuerdo, pues no violó ningún límite legal o moral.

Lastimosamente el ELN no ha superado la cultura de condenar al que piensa diferente y mientras eso siga sucediendo es imposible llegar a una Paz real. Eso solo lleva a vivir en el miedo y la incertidumbre. ¿Hasta donde llegará el conflicto colombiano? Hoy amenazan a una columnista de renombre ¿Qué sucederá mañana con los colombianos que muestran desacuerdo? 

BC Noticias

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Esta página utiliza Cookies    Más información
Privacidad