La Infantería Colombiana ha labrado su historia con Paso de Vencedores, el arrojo de los valientes y el doloroso sacrificio de muchos hombres que, vestidos de camuflado extendieron sus alas y por honor, entrega y lealtad marcharon a enfilar el Ejército de los cielos.
El Ejército Nacional en el departamento de Caldas conmemora el Día de la Infantería Colombiana este 9, 10 y 11 de diciembre, con diferentes actividades tradicionales como la alborada, la eucaristía, una Ceremonia Militar y la fiesta de gala, buscando reconocer el valor de las almas que, continúan vibrando con los ecos de aquella legendaria consigna que el héroe inmortal de Ayacucho, José María Córdova, patentó con su victoria memorable.
Para cada uno de los hombres y mujeres que integran esta unidad castrense, la Inmaculada Concepción es quien intercede ante Dios para que los soldados de Infantería puedan cumplir su misión, dentro de los designios éticos y morales que demanda la Patria.
El Departamento de Caldas ostenta además del verde de sus montañas y la majestuosidad de su silencioso guardián, el volcán Nevado del Ruiz que, vestido de blanco pareciera invitar siempre a la paz y llorar con su deshielo, el enfriamiento despiadado de los hombres que partieron dejando huellas indelebles de amor por una tierra que no los vio nacer, pero los despidió con el honor y el dolor de no volver a sentir sus pasos.
Este terruño que en el mapa apenas se ve, ha sido campo de muchas batallas y se ha arropado con la victoria que, el paso de vencedores le ha otorgado, victoria que más bien podría llamarse la gloria, por eso este 9, 10 y 11 de diciembre, los soldados del Batallón Ayacucho honrarán su arma, recordando la indescriptible hazaña de su arrojo.
La temprana partida del coronel Juan Ricardo Muñoz Ayala quien un 3 de Mayo de 2007, cuando aún era joven, la tarde, su vida y la carrera militar se abrían paso entre los grandes, fue impactado por un francotirador del Frente 47 de las extintas Farc, cegando su vida y dejando huérfana a Colombia de un gran oficial, de un aguerrido infante, de un tropero como en alguna ocasión fue descrito por uno de sus superiores, ese soldado cuyo paso por este mundo le permite, con todos los honores ser recordado como pocos. Fue tal su entrega al servicio de la Patria que hoy 14 años, 9 meses y seis días después de su partida, es imposible no evocar su legado, su don de gente, la devoción y vocación de servicio que lo han hecho merecedor que su nombre se escriba en la historia con la indeleble tinta con que se puede describir a un soldado.,
Solo un infante pudo caminar las montañas de Caldas con tanta dedicación como él lo hizo, y así como el Batallón Ayacucho es la unidad insignia de la Infantería Colombiana. Del coronel Muñoz Ayala podemos decir que, encarna el valeroso arrojo del soldado infante que, desconoce el miedo y reconoce el valor de la vida de sus compatriotas. El coronel Muñoz ofrendó su vida por la seguridad y tranquilidad del territorio, el que hoy pueden disfrutar sus hijas Erika María y Alejandra, quienes esperan regar su laurel con el ejemplo, a ellas la guerra les arrebató su padre y sobrevivirlo les enseñó que sólo muere quien es olvidado.
El coronel Muñoz Ayala dejó un invaluable legado y los soldados de su glorioso Batallón Ayacucho han sabido recoger con más que honor sus banderas para seguir custodiando las montañas caldenses y levantarse con el alba de cada día y el melodioso canto de sus aves.
Con los soldados, cientos de historias recorren el territorio caldense, también por intermedio del Batallón Ayacucho, han sabido mantener el espíritu de cuerpo y el orgullo del Arma en quienes, después de haber hecho parte de las filas que conforman la Reina de las Armas, pasaron a conformar las filas de la Reserva Activa que, desde su nueva posición siguen colaborando en los distintos aspectos y en función de los intereses del país.
Por todo lo anterior, el teniente coronel Eduar Mauricio Delgado en condición de comandante del Batallón Ayacucho y acogiéndose al sentimiento de todos sus integrantes, aprovecha estas fechas de conmemoración de la Divisa Roja para hacerles llegar a todos los hombres y mujeres que portan las insignias del Arma de Infantería un saludo y a los caldenses invitarlos a que se sumen a esta celebración que también hace parte de ellos y de sus historias.
El jueves 9 de diciembre se abrió el telón con una alborada y la sagrada eucaristía para seguir encomendado los designios de la misión de este Batallón en Caldas; el viernes 10 de diciembre a las 6:00 de la tarde, en las instalaciones de la Unidad Militar, se realizará la Ceremonia Militar y el sábado 11 de diciembre la tradicional noche de gala de los infantes y sus familias.
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