Ventilación adecuada y acompañamiento de las ARL, claves para la Seguridad y Salud en el Trabajo
Bertha Inés Franco, docente de la Especialización en Gestión de la Seguridad y la Salud en el Trabajo de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM) realizó un análisis de la Resolución 223 del 25 de febrero de 2021, que modifica específicamente el anexo técnico de la Resolución 666 del 2020, que contempla el protocolo general de bioseguridad general para el país.
Es decir que el protocolo general de bioseguridad aplicable será el que está contenido en esta nueva resolución, que está rigiendo desde el 25 de febrero de 2021.
“La sustitución del protocolo general de bioseguridad se da porque está demostrado que la propagación del virus SARS-CoV-2, que es el que genera el COVID-19, continúa, y su transmisión por aerosoles en espacios interiores cerrados y mal ventilados, es una de las principales causas, junto con otros mecanismos de transmisión de gotas y el contacto físico”, explica la docente, quien es Especialista en Salud Ocupacional y Especialista en Derecho Laboral y Seguridad Social.
Ámbito de aplicación de la Resolución
El ámbito de aplicación siguen siendo los empleadores, sin embargo, en esta nueva Resolución también se incluyeron las actividades sociales y económicas que realizan las personas.
La aplicación del protocolo en cada sector, en cada empresa o entidad, debe contar con el apoyo permanente de las ARL para realizar las adaptaciones y diseñar las estrategias que requieran de acuerdo a su especificidad.
Sobre las medidas de la nueva Resolución
La principal medida es la adecuada ventilación. Se hace énfasis muy grande sobre este punto y, además, siguen vigentes como medidas generales el lavado de manos, el distanciamiento físico y el uso de tapabocas.
“Dentro de la medida de distanciamiento físico, se reitera que se puede solicitar asistencia y asesoría de las ARL para la ubicación adecuada de los espacios de trabajo, no solamente conservando la distancia, sino que también favoreciendo el proceso de ventilación. Asimismo, establece que la asesoría y asistencia técnica de las ARL para la definición de los elementos de protección personal debe ser permanente y continua”, dijo la docente de la UAM.
La nueva Resolución hace referencia a que ya no se recomienda el uso de tapetes desinfectantes, ni la desinfección de ruedas o zapatos, debido a que los resultados de estudios realizados por entidades reconocidas en el ámbito científico no han demostrado ningún beneficio para disminuir el contagio. Se insiste en la importancia de manejar 2 mts como mínimo de distanciamiento entre los trabajadores, incluyendo servicios generales, seguridad, personas que van por algún motivo a la empresa (sean visitantes, contratistas u otro tipo de personas=.
El uso de los tapabocas es obligatorio en todos los lugares y ambientes de trabajo. Se insiste en el uso adecuado cubriendo boca y nariz. Asimismo, se recomienda el uso de tapabocas quirúrgicos, para personas mayores y personas con comorbilidades.
Con relación a la prevención y manejo de situaciones de riesgo de contagio por parte del empleador, la norma establece que las empresas deben actualizar el sistema de seguridad y salud en el trabajo, identificando cómo se encuentran e implementar las acciones de control que correspondan, para evitar la propagación del virus y la enfermedad COVID-19 en el ambiente de trabajo.
Se establece además que no puede permitirse el ingreso o acompañamiento a las personas que presenten síntomas de gripa, cuadros de fiebre o síntomas de afección respiratoria. Asimismo se debe llevar un reporte diario, sea vía correo electrónico, telefónico a través de CoronApp o cualquier aplicativo que diseñe la empresa, sobre el estado de salud y temperatura del personal, tanto en trabajo en casa como en trabajo presencial.
Se insiste además en fomentar el autocuidado en los colaboradores, principalmente el monitoreo de la temperatura corporal, síntomas respiratorios y su estado de salud general.
Respecto al trabajo remoto o trabajo a distancia se reitera que las personas mayores de 60 años o de cualquier otra edad que presenten comorbilidades y que están identificadas como posibles complicaciones deben realizar sus actividades laborales en casa, reiterando que para esto, los empleadores deben hacer el análisis de la posible reconvención laboral de acuerdo con las condiciones de cada proceso productivo y las competencias de estas personas.
Se reitera la importancia de siempre buscar la asesoría y asistencia técnica por parte de las ARL para las intervenciones en salud mental, porque ha adquirido muchísima más fuerza el riesgo psicosocial por todos los componente de encierro, distanciamiento, cambio de roles, etc. En los desplazamientos desde y hacia el lugar de trabajo, se establece que debe promoverse la apertura de las ventanas de los vehículos, mantener el silencio, no debe hablarse, ni comer, ni hablar por celular de acuerdo a los protocolos establecidos en el transporte público.
Respecto al manejo de las personas con vulnerabilidades, se da claridad en que todas las personas independientemente de su edad que tengan enfermedades son vulnerables y por lo tanto deben ser protegidas.
Las ARL deben orientar con asesoría técnica y acompañamiento cada una de las condiciones particulares de las empresas para que se cumpla la normatividad vigente y todos los protocolos aplicables de acuerdo a su sector.
Diana Andrea García Chamorro, Coordinadora de la Especialización en Gestión de la Seguridad y la Salud en el Trabajo de la UAM, comentó: “el especialista GSS-T está en capacidad de diseñar estrategias de sensibilización y educación a la población trabajadora con el fin de que conozcan y acaten las recomendaciones emanadas por las autoridades sanitarias nacionales, departamentales y municipales para la prevención y contención ante la emergencia sanitaria”.
Desde este programa de la Universidad Autónoma de Manizales (UAM), se forman profesionales en la capacidad de mejorar la calidad de vida de los trabajadores y los procesos productivos de las organizaciones.
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