Un manizaleño viajó en bicicleta desde Manizales hasta la Patagonia

En Diálogos en BC Noticias hablamos con Daniel Felipe Blandón, un joven que viajó en bicicleta desde Manizales hasta la Patagonia y lo hizo en compañía de su perrita Juana.

¿Por qué realizar este viaje?

Era un sueño que tenía desde hace mucho tiempo, pues creo que todo ciclista comparte como esta pasión y es como algo en común. Uno generalmente ve muchos videos y muchos viajes que se pueden hacer en bicicleta y uno de ellos es visitar Sudamérica en bici y bueno, lo tenía ahí como en el cuaderno, de hecho lo tenía medianamente planeado. Desde el año antepasado, empecé a hacer como los preparativos con el carrito y con todo. Incluso hasta le puse fecha porque uno le tiene que poner fecha a los sueños, si no se quedan en el después.

Daniel, ¿cómo fue el antes de este viaje en bicicleta a la Patagonia?

Yo ya había viajado en bicicleta en Colombia, fuimos dos veces a la costa con unos compañeros, en una a Santa Marta y en otra fuimos hasta La Guajira. No son experiencias pues tan magnas como esta de Sudamérica, pero digamos que le ayudan a forjar a uno el carácter para enfrentar este tipo de desafíos y bueno, pues también me gustaba mucho viajar, tener una experiencia mensual en Manizales. Siempre tomaba un fin de semana cada mes y me iba, no sé, a recorrer diferentes municipios, fui hasta Antioquia, Jardín, todo Caldas lo recorrimos, bueno, trataba de buscar una experiencia cada mes con el fin pues de viajar y de entrenar obviamente y conocer

¿Quién es Juana?

Juana, es mi perrita que es mi compañera de viaje que me ha acompañado en este recorrido. Inicialmente yo también salí con mi expareja, Carolina, que en estos momentos ella está rumbo a Estados Unidos. Viajamos un tiempo con ella y bueno pues digamos que salimos los tres en busca de un sueño recorrer lo que más pudiéramos conocer y sobre todo llegar hasta acá hasta la Patagonia.

¿Dónde viaja Juana?

En un carrito. Pues es un poquito pesado porque digamos que el solo carrito tiene 30 kilos. Juana pesa alrededor de 20, 22 kilos. Y bueno, pues digamos que ahí va uno sumando peso. Pero el carrito como tal, yo lo que busqué inicialmente era… como seguridad para ella porque obviamente es un viaje largo y pues mi prioridad es la seguridad de ella, su salud y nada pues busqué este tipo de carrito que en últimas nos han servido bastante nunca me ha fallado.

¿Cómo fue el recorrido desde Colombia? Hablemos de la ruta, esos lugares que conociste y recorriste en bicicleta.

15 días en Colombia, salimos por el lado del sur, Vía Buga, Popayán, y ya pues tomamos el bordo Cauca. Y de ahí subimos ya a Pasto, visitamos la Laguna de la Cocha, muy bonita. O sea, lo más importante del viaje es como eso, ¿cierto? Los lugares que le permite a uno conocer algo que yo no conocía y pues ahí fuimos conociendo. Y posteriormente ya fuimos hacia el lado de Ipiales, que ya es la frontera con Colombia y Ecuador. Y allí visitamos lo que es el Santuario de las Lajas y nada, entramos ya a Tulcán como tal. Ese fue pues como la salida de Colombia, nos tomó aproximadamente unos 10, casi 15 días, porque realmente no son muchos kilómetros, son 600 desde Manizales. Y ya posterior ahí continuamos por Ecuador y bueno, pues ahí se fue dando la ruta. Bueno de Ecuador nos fuimos por todo el lado de la sierra, por Perú. Cerca de los volcanes, Ecuador es un país que tiene muchos volcanes, como el Volcán Cayambe, el Cotopaxi, hay uno que se llama el Chimborazo, que de hecho es como el más alto de América, que son un poco más de 6.000 metros de altura. Y bueno, digamos que el paso por Ecuador fue muy duro porque Ecuador generalmente siempre llueve, entonces por ese lado nos complicó bastante. Y no, de resto, pues… pudimos solventarlo y saber llevar bien el recorrido, y ya luego nos dirigimos más como por el lado de la costa para entrar al Perú, entramos por el lado de la costa peruana. Para mí esto fue un impacto grande porque, no sé ustedes, en Manizales, o yo tenía como ese preconcepto de que el mar Pacífico es como un mar negro por lo que están los puertos y esto, y pues tenía como eso en mi mente, y yo no, pues me voy a encontrar con ese mar, y no, me choqué con el Perú, o sea, playas espectaculares, es el mar cristalino, azulito, y bueno, pues eso me llenó como mucha felicidad de encontrar ese mar.

Y ya pues continuamos por todo el lado de la costa peruana, hubo un aventón que tomamos por medio de un camión, de hecho, eso hace parte de la experiencia, estuvimos tres noches en el planchón de un camión, recorriendo como parte de la costa peruana, hasta que llegamos a Lima, la capital. En Lima, pues, el Perú es muy bonito, pero digamos que es una cultura… que todavía le falta un poco en cuanto al tema ambiental. Había mucha basura y esto, pero digamos que ya como tal las personas son espectaculares, son gente muy buena, muy simpática. Y ahí ya subimos por el lado de la sierra. Bueno, algo importante de Perú es que yo creía que en Colombia había montaña, ¿cierto? Uno como ciclista cree que en Colombia las tenemos todas y mentiras. O sea, Perú es nivel Dios. Yo creo que si uno es ciclista y atraviesa el Perú, uno se da cuenta realmente que son lomas y allá las vivimos. Entonces eso me quedó el Perú, además de lo bonito que tiene. Y ahí ya subimos por el lado de la sierra, Cusco, que es una ciudad muy bonita, muy multicultural, es la capital del Imperio Inca. y ahí ya continuamos por todo ese lado de la sierra hasta que entramos a Bolivia por los lados del lago Titicaca que es el lago navegable más alto del mundo tiene por encima de los 3.000 metros de altura es un lago súper gigante y ahí pues estuvimos también varias noches recorrimos, ya uno está en el altiplano boliviano entonces ya no sufre tanto con la montaña y bueno pues recorrimos todo ese lado La Paz hasta que llegamos a Uyuni que es donde está el salar, el Salar de Uyuni muy conocido, allí pues impresionante, eso es impresionante porque pues hasta donde uno ve es blanquito y pues para nosotros que no conocemos este tipo de paisajes fue impresionante y sobre todo que tuvimos la experiencia de acampar allí, que pues es como si uno acampara en medio de la nada, no hay agua, no hay comida, no hay nada, pero es como el hecho de vivir la experiencia. Y ya ahí seguimos por todo el altiplano hasta que entramos a Argentina, por los lados de La Quiaca. Y ahí ya tomó uno una ruta, que es la ruta 40, que es una ruta muy emblemática de la Argentina, por toda la ruta 40 que atraviesa básicamente la Argentina de norte a sur. Entonces tomamos toda esa ruta hasta que llegamos al primer pueblo de la Patagonia, que es Ranquil Norte, algo así. Lo que pasa es que, pues ahí como para contextualizar un poco a las personas, uno cree que la Patagonia es lo último, es una ciudad, ¿cierto? Y no, y realmente la Patagonia es una región. Patagonia tiene región argentina y región chilena. Es como si fuera un departamento en Colombia, ¿cierto? Que tiene múltiples ciudades y pues varios departamentos, eso es lo que es una región. Algo así.

Daniel, el equipo, ¿qué llevaban ustedes?

Bueno, pues primordial tener el tema del camping. Básicamente se convierte en la casa de uno. Una carpa, un sleeping, un aislante. Ya después de eso, ropa de ciclismo. Llevábamos dos o tres mudas de cambio. Pues uno en esto empieza a conversar o a pensar más bien en el peso, ¿cierto? Porque es una forma de… de ser autosostenibles, autosustentables más bien, y pues uno entre más peso cargue, pues va a ser peor la experiencia. Entonces uno va como seleccionando. El viaje también me enseñó eso, como algo de minimalismo, no tener un closet lleno de ropa y de tenis, sino que solo lo básico y lo que necesitábamos para montar en bici y un par de mudas para tener de cambio apenas llegábamos en cualquier ciudad. El tema de la cocina uno anda con un es una cocina como de gasolina o nafta como le dicen por acá si es básicamente es uno pues va cocinando en la medida que va avanzando obviamente porque le permite a uno ahorrar dinero y este tipo de cosas y ya digamos que la perrita tenía su comida, algunos elementos que necesita ella, como gafitas y unos zapatos, que es porque ella también camina, no todo lo hace en el carrito. Y sí, básicamente ese es como el equipo.

Daniel, ¿ustedes solo se movilizaban de día o de noche ya acampaban?

Sí, pues esa es como la filosofía del ciclista, recorrer de día, disfrutar en la tarde y descansar en la noche. Porque, pues, por obvias razones, si uno recorre en la noche es más peligroso, no hay luces, el tráfico va a ser mucho peor. Entonces, bueno, y sí, es básicamente eso, porque… Tampoco se permite mucho en este tipo de países como recorrer en las noches, ya que digamos que son un poquito más, no, poco conscientes con el ciclista, como lo tenemos ahora en Colombia que ya hay mucha conciencia, aunque falta, pero por estos lados como que baja un poco esa conciencia.

¿Hubo varios momentos donde conductores te auxiliaban? Porque el recorrido siempre es largo, ¿no?

Sí, claro. Y eso ayuda a ahorrar mucha energía, a evitar kilómetros innecesarios, por ejemplo, en ese momento del camión era kilómetros y kilómetros de puro desierto, entonces pues es algo que uno no va a disfrutar, solo que va a sufrir, entonces es mejor hacerlo así. Si alguien pues lo piensa hacer, obviamente a uno no le pagan por eso, entonces pues recorrer todo en bicicleta es como una utopía, ¿cierto? Pero si uno toma el auxilio de muchas personas, también hay conductores de camionetas que incluso paran voluntariamente y le ofrecen a uno, venga, yo lo llevo hasta allí, porque ya conocen el recorrido. Uno viene con el desconocimiento, entonces lo pueden prevenir a uno. Y eso nos ha pasado mucho. Entonces sí, sí tuvimos un par de aventones. Esta fue como la más magna, que fue dormir en ese planchón tres días.

A lo largo de la entrevista has mencionado que el cuidado de Juana, que ella esté bien. ¿Cómo fueron esas recomendaciones veterinarias para el transporte de la perrita y sobre todo para los trayectos que a ella también le tocaba caminar?

Bueno, pues fundamentalmente siempre fue como el tema de la caminata porque ella generalmente de salud siempre ha sido una perra pues muy cuidada, nunca se ha enfermado ni nada y de hecho pues es una guerrera porque siempre en Manizales vivíamos muchas cosas en el monte y le gustaba caminar y todo entonces siempre fue muy buena de salud, sin embargo pues se le llevaron los medicamentos que el veterinario pues recomendó y ya pero ya el tema de la caminata si fue una consulta primordial que le hicimos y bueno pues él nos decía ella no puede caminar más de 20 kilómetros por día porque ya las paticas, las huellitas van a empezar a sufrir, entonces eso es lo que ella ha caminado siempre cuando toca caminar, sin embargo eso depende mucho también, porque han habido rutas de mucha montaña, de más de 40 kilómetros, entonces esos 20 los camina y los otros 20 yo sí o sí la subo al carrito, así ella no quiera, y los hago pues prefiero sufrirlos yo esos otros 20 entonces pues obviamente yo pienso como en el largo plazo de que ella siga pues caminando y todo que me pueda ayudar pero no excederle ese límite.

Daniel, ustedes ya están en la Patagonia. ¿Se van a devolver en bicicleta?

Es la idea. Pues es la idea porque uno está recorriendo Sudamérica, ¿cierto? Y Sudamérica no solo es estos países que hemos hecho, sino que falta, no sé, Uruguay, Paraguay, Brasil… entonces la idea es regresar por este lado, yo quise entrar a Chile porque bajamos fue por Argentina, entonces quisiera como quería, entrar a Chile y ya subir hasta cierta parte para volver a entrar a Argentina y ya tirarme más como para el lado de Brasil, ese es como el ideal, pues estamos como en eso, cierto, de que las cosas se nos den y pues ojalá se nos pueda brindar la oportunidad de seguir el recorrido.

¿Qué esperas que suceda con un e-book del viaje?

Bueno, ese lo diseñé precisamente porque hay muchas personas que nos siguen en el viaje, que querían saber cómo hacerlo, pues una guía como tal y ahí en ese plasmo como todo eso, desde los momentos preparativos, el carrito, sobre todo fue como diseñado para las personas que quieren viajar con su mascota, sin embargo si hay viajeros que lo quieren hacer solo, pues también les va a servir bastante, porque el equipo es prácticamente igual, solo que no es con el carrito. Y la ruta, digamos que es la misma, ¿cierto? Incluso avanzarían mucho más. En mi caso, pues el ritmo es muy lento porque yo vengo con ella y hasta acá llevamos aproximadamente ocho meses de viaje. Y pues una persona normal, digamos que dos meses menos, seis meses de viaje. Obviamente, como decimos los cicloviajeros, cada quien tiene su propio ritmo. Entonces, si hay personas que yo conozco que hasta acá se demoraron un año y medio, en eso ya van cada quien del ritmo de viaje.

¿En qué año salieron?

En agosto del año pasado estábamos saliendo. Muy bien. Y sí, lo que se busca con el libro es brindar como todas estas experiencias que tuvimos y podérselas compartir porque hay muchas cosas que uno se puede evitar conociéndolas, ¿cierto? Entonces, todo lo plasmamos allí y las personas que lo quieren adquirir, pues simplemente me contactan y yo se los hago llegar.

¿Cómo aparece en redes sociales usted?

Tenemos una red social que se llama Pelos y Pedales.

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