Por Andrés Rodelo – Comunicador Social y Periodista
Las plataformas de streaming tipo Netflix parecen un río furioso que arrasa con todo a su paso. Un torrente que conduce la exhibición de películas al sitio que más le conviene; uno en donde es dueño y señor, en donde impone condiciones luego de acaparar una jugosa porción del negocio del cine mundial.
No significa que las salas vayan a desaparecer, pero sí que pierdan parte de la autoridad que tenían hace 30 años en el mercado, por ejemplo. La buena noticia es que algunos frentes de la distribución y la exhibición siguen creyendo en la pantalla grande, que mantienen viva con la estrategia de producciones de exhibición exclusiva para los cines.
En este escenario, abrir una nueva sala es algo valioso, y me refiero de manera especial a la apertura de All Cine, que desde hoy reactiva la presentación de películas en el centro comercial Cable Plaza de Manizales.
Ninguna cinta vista en una plataforma tendrá la resonancia, la magnitud, la inmersión y el sentido de comunidad que tiene verla en una sala. Sin embargo, la cartelera de los cines no se compara ni por asomo con los amplios catálogos del streaming. Esa es la encrucijada del espectador de hoy.
Por eso, lo ideal es una oferta variada de películas disponibles en salas. Así lo promete All Cine en Manizales, que reservará un espacio para propuestas no comerciales. Es una gran noticia para la ciudad, que suma una nueva vitrina para obras no tan populares, pero que una parte apasionada e incondicional del público no se pierde, menos si tiene la oportunidad de verlas en pantalla grande.
Por supuesto, no se trata de pedirle a All Cine que sea una sala de arte y ensayo, porque un cine debe ser también un modelo sostenible de negocio. Pero esa naturaleza no riñe con una línea minoritaria de películas que no recauda tanto como los estrenos de Marvel, pero que es posible ofrecer sin afectar la estabilidad económica de la empresa.
Además, se agradece que en Cable Plaza vayamos a ver un tipo de película cuya prioridad máxima no es la recaudación en taquilla. Hay que recordar que la anterior sala del centro comercial tenía la cartelera más pobre de la ciudad, y destinaba todos sus espacios a los blockbusters de Hollywood.
Por tanto, es vital cuidar siempre de cualquier posibilidad de encuentro con el cine alternativo, tenga o no cobro de boletería. Llenemos las salas, respondamos con una buena acogida a esta clase de estrategias. Así tendremos garantizado que cada jueves nos lleguen esas producciones de distribución limitada, que es un gusto tenerlas aquí.
Bienvenido, All Cine. Que Manizales sea la plaza para seguir creciendo, como lo hace esta empresa oriunda de Mariquita (Tolima), la cual hoy tiene circuitos de exhibición en países de Latinoamérica y Europa. Así, la capital de Caldas retoma las tres salas comerciales. Hay público para todas. El manizaleño no consiente su vida sin una buena película.
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