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UManizales recibe nueva patente por simulador médico para practicar la introducción de tubo a tórax

La Superintendencia de Industria y Comercio le otorgó a la Universidad de Manizales una nueva patente por la invención del “Simulador de mediana-alta fidelidad para entrenamiento de toracostomía cerrada y su método”, un desarrollo diseñado por los profesores Leonardo Fabio Gil Montoya y Estefanía Rojo Bustamante, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Institución, con el que se podrán entrenar estudiantes y residentes del área médica en la introducción de tubo a tórax en un simulador, para que tengan mayor experticia al efectuarlo con pacientes reales.

Esta es la cuarta patente de invención que recibe la Universidad de Manizales y la segunda de la Facultad de Ciencias de la Salud.

La toracostomía cerrada es un procedimiento mediante el cual se introduce un tubo en la cavidad pleural ubicada en el tórax entre las costillas y el pulmón. Este espacio generalmente está vacío, pero cuando se sufre una herida penetrante que traspasa la barrera de los músculos, ya sea con un cuchillo, arma de fuego u otro elemento, esa cavidad puede llenarse de sangre, aire, pus, bilis u otros líquidos que constituyen una amenaza para la salud y la vida del paciente. En esas situaciones es necesario introducir hasta allí una sonda que se encarga de drenar lo que se encuentra en dicha cavidad. Si la toracostomía cerrada no se realiza a tiempo puede provocar incluso la muerte.

A pesar de ser un procedimiento indicado en una amplia lista de padecimientos, si no se realiza de forma adecuada puede generar complicaciones como mala ubicación de la sonda, sangrado por laceraciones en alguna arteria, lesiones en órganos como el hígado, el esófago, el bazo, el estómago, entre otros, que pueden llevar a que este procedimiento no solo no salve la vida, sino que aumente los riesgos de perderla y es por esta razón que es muy importante que todos los médicos y estudiantes de medicina adquieran experticia en la práctica de la toracostomía.

El proyecto surgió cuando Leonardo Gil Montoya, médico general, cirujano general, cirujano pediátrico,  urólogo pediátrico y profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Manizales, encontró un artículo que planteaba que aproximadamente el 70 % de los estudiantes en el Reino Unido se graduaban sin haber realizado una toracostomía cerrada. Con esta inquietud decidió indagar cómo se daba esa realidad en médicos generales y médicos rurales del Departamento de Caldas  encontrando una situación muy similar a la de Reino Unido: el 70 % de los encuestados no había realizado este procedimiento y más grave aún, encontraron que entre quienes lo habían ejecutado el 80 % se había equivocado al realizar el procedimiento por primera vez, aumentando la probabilidad de muerte de los pacientes.

El profesor Gil Montoya rastreó qué opciones había en el mercado con respecto a toracostomías cerradas y encontró algunos dispositivos de simulación  que no tenían la sensibilidad específica para simular situaciones reales que entrenarse en este procedimiento de una forma más fiel. Esta situación lo llevó a pensar en generar una alternativa para que los que no han tenido la oportunidad de hacer este proceso, pudieran entrenarse y obtener la confianza y pericia necesaria para ejecutar este procedimiento en su ejercicio médico.

De acuerdo con Gil Montoya, lo más difícil del proceso fue lograr combinar el conocimiento médico con la tecnología, después de exponer la idea ante ingenieros mecánicos y de sistemas, finalmente el Tecno Parque Sena logró un acercamiento para materializar su proyecto. La profesora Estefanía Rojo Bustamante, compañera de Facultad, lo acompañó en el proceso de registrar la patente y la Universidad de Manizales le brindó el soporte para hacer realidad su idea.

El invento es un modelo de tecnología media y alta consistente en un simulador que permite al estudiante o residente practicar este tipo de procedimiento,  pero además del ambiente de simulación el modelo cuenta con sensores que indican qué se hizo bien o mal, si la trayectoria de la sonda fue adecuada o no, si lesionó alguna arteria u órgano, el tiempo que tardó, para que cuando se encuentre con un paciente real tenga la menor cantidad de errores posible gracias al entrenamiento de alta tecnología que tuvo previamente.

Mientras que algunos de los simuladores que hay en el mercado se basan en la anatomía animal o no cuentan con el potencial educativo de la propuesta de la UManizales por no tener mecanismos de valoración del procedimiento, el proyecto patentado por la Institución se realiza a partir de una impresión 3D de una radiografía torácica donada por un paciente lo que hace que se ajuste a la anatomía humana y a ello se suman los sensores que indican qué tan acertada fue la práctica.

“El modelo de simulación muestra errores, pero en el mundo real una equivocación puede generar un segundo trauma, entonces no se trata solo de aprender a hacerlo bien es también aprender evitar nuevos problemas y con ello salvar vidas y reducir riesgos”, puntualizó Leonardo Fabio Gil quien en el proceso de la patente adelantó un diplomado en inteligencia artificial que le permitiera expresar lo que proyectaba de forma tal que fuera entendible por los profesionales en tecnología.

Según Estefanía Rojo Bustamante, esta patente se ha logrado gracias al apoyo de la UManizales y Wattpad Marcas y Patentes. “Uno de los elementos novedosos de este tema de patentes es que no tienes que tener la invención en físico, por ello la fase de la patente es que el desarrollo está escrito y protegido y el paso a seguir es materializarla, y articular esfuerzos con ingenieros que permitan su desarrollo”, explicó la médica.

BC Noticias

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