Esta obra, correspondiente al Área de Ciencias Básicas y del Espacio (vol. 4) de la Misión de Sabios 2019, “se constituye en un plan de trabajo para la sociedad en materia de ciencias básicas para las próximas décadas”, señaló el profesor Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) e integrante de la Misión de Sabios.
En su desarrollo participaron más de 2.000 personas de la comunidad científica nacional e internacional, del sector industrial y de la sociedad en general, y las reflexiones recogidas son resultado del trabajo constante adelantado en 42 actividades a lo largo de 2019.
Los capítulos finales son un resumen de las propuestas presentadas por el Área junto con las misiones emblemáticas como una estrategia para su implementación. El documento incluye un epílogo acerca de las ciencias básicas y la soberanía tecnológica en tiempos del COVID-19.
La historia reciente demuestra que los países exitosos –como China, Singapur y Corea del Sur– son aquellos que hacen inversión en investigación científica, ya que dedican más del 4 % de su producto interno bruto (PIB) a la ciencia, mientras que Colombia destina un poco menos del 0,3 %, indicador inferior al de Brasil Argentina y México.
Por lo tanto, el Área de Ciencias Básicas y del Espacio busca definir cómo las ciencias impactan diferentes aspectos de la sociedad, además de plantear las estrategias prioritarias para fomentar la actividad científica.
La presentación del libro contó con la participación del físico francés Serge Haroche, Nobel de Física 2012; Mabel Torres, ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, y el profesor Wasserman, coordinador del Área.
El documento recoge los aportes y reflexiones que trazan el camino sobre la educación temprana en ciencia; los mecanismos de financiamiento; la promoción de la actividad científica; y las herramientas para que el sector privado aproveche las capacidades que tiene la academia, además de una mirada al crucial papel de las universidades en el desarrollo de estas propuestas.
La obra le apunta a cumplir con los tres retos que se marcaron en la Misión de Sabios: equidad, Colombia biodiversa y sostenible, y construcción de esa sociedad de conocimiento que se traduce en nuevos bienes y servicios.
Colombia necesita transitar de ser un proveedor de materias primas e insumos a ser un generador de valor agregado, lo que permitirá mucha más inversión en ciencias básicas”, manifestó la ministra Torres.
Cimientos de Colombia
“Mientras más alto se proyecten las obras, más profundos y fuertes deben ser sus cimientos. Pretender una tecnología poderosa, una innovación creativa y competitiva sin cimientos es resignarse a terminar como un edificio pequeño y endeble”, señaló el profesor Wasserman al explicar el título del libro.
Frente a la coyuntura actual, el científico Haroche destacó el papel de los estudiantes e investigadores colombianos: “me impacta la forma en que los estudiantes interactúan con la ciencia, también la dedicación de los científicos y la manera en que hacen ciencia en un medio complicado, con recursos tan limitados y con una fuerte competencia internacional”.
El Nobel destacó además la importancia de incluir el apartado sobre la crisis del COVID-19, ya que aunque el Gobierno ha dado respuestas de choque a sus diversos efectos, y no lo ha hecho para el largo plazo.
“Es necesario fortalecer la educación y la investigación en las circunstancias presentes. La crisis del coronavirus es una alerta para otras que vendrán a futuro –como ambientales y financieras– y la mitigación de los efectos dependerá de las mentes jóvenes que deberán estar bien educadas y capacitadas”, advirtió el científico.
Por último, expresó su aspiración de que “el Gobierno colombiano siga las recomendaciones de este reporte con más financiación y menos impedimentos burocráticos, ya que sin la educación no podemos hacer investigación ni desarrollo”.
Por su parte Clemente Forero, coordinador de coordinadores de la Misión de Sabios, puntualizó que “las ciencias básicas y del espacio no son un lujo para países ricos, son una necesidad para todos los pueblos. Las universidades están llamadas a seguir impulsando el desarrollo de la ciencia, a plantear las preguntas que la sociedad requiere y a trabajar en las respuestas que la humanidad demanda”.
Agregó que “la UNAL y la Facultad de Ciencias están comprometidas con las propuestas presentadas con este volumen y con el sueño de que Colombia construya sus cimientos partir de la educación y la ciencia”.
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