Por Julián García
Al igual que la Administración Municipal este es el último año del Concejo de Manizales. El miércoles 1 de marzo inició el primer periodo de sesiones ordinarias de este 2023, y siento que este, tiene que ser un año trascendental para esta corporación, este es el año donde el Concejo de Manizales tiene que desmarcarse de manera decidida de la administración de Carlos Mario y sacar a flote, aunque sea un poco, su independencia, y retomar la credibilidad que se requiere para hacer un control político efectivo y ajustado a las necesidades de nuestra sociedad y cumpliendo con la obligación que por mandato constitucional nos ganamos en las urnas.
Según los movimientos políticos, y por las conversaciones que he escuchado en esta corporación, se vienen muchos cambios para el Concejo en el 2024, si esos cambios serán mejores, o no, será el tiempo y la ciudadanía la que el próximo 29 de octubre lo decida.
Dejando un poco de lado la futurología y las decisiones electorales, de lo que sí obligatoriamente debemos hablar es de la agenda que se viene en los próximos dos meses. Como es costumbre pasarán la mayoría de secretarios de despacho y gerentes de las entidades descentralizadas a rendir su informe del 2022, pero más allá de eso, hay temas que nos tienen que ocupar, situaciones que desde el año pasado hemos venido solicitando a la mesa directiva del Concejo, la cual cambió el primero de enero de este año, pero que esos temas siguen sin ser discutidos y esperamos que este sea el mejor momento para dar el debate.
Esas discusiones claramente parten de la coyuntura de lo que hemos vivido en los últimos meses en este municipio, a mi juicio, una de las más importantes tiene que ver con el Instituto de Cultura y Turismo que nos debe desde el año pasado un informe completo y detallado, no solo de los resultados de la Feria de Manizales y del cumpleaños de la ciudad que se realizaron en octubre y en enero respectivamente, si no, sobre las contrataciones a dedo que se han hecho en los últimos años y sobre la problemática cultural y turística que tiene este municipio.
Otro tema que tiene varias aristas y que obligatoriamente hay que discutir en los próximos dos meses, es lo referente a la infraestructura, como la construcción del Bulevar de la 48, que lleva más de un año de obra y todavía no lo han podido entregar, además de la glorieta e intercambiador vial de Los Cedros para saber cuáles son los avances y cómo va la gestión predial que en las últimas semanas ha sido noticia por denuncias que se le han interpuesto a la Secretaría de Obras por presunta presión a los propietarios de estas viviendas.
También se debe abordar el Bulevar de la 19, una obra que apenas inicia, pero que ya ha tenido cantidad de problemas con la comunidad por falta de socialización y, nuevamente, por improvisaciones de esta administración, pareciera que no aprende de sus errores y de las cosas malas que dejó la obra de la 48.
Debemos conocer qué está pasando con la Línea 3 del cable aéreo, cómo afectó detener la obra por unas semanas a causa de la medida cautelar determinada por una jueza de Manizales y que mostraba los problemas de planificación y de gestión predial que también tiene este proyecto, pero además entender cuáles serán las consecuencias del cambio de diseño que se está planteando y de los posibles sobrecostos que tendrá esta obra, si esto llegara a ocurrir, y de cuáles fueron los compromisos con la justicia sobre las demoras y retrasos que tiene su construcción para terminar los temas de infraestructura.
Debemos abordar el Inem y allí citar a la Secretaría de Educación y a la Erum para que nos den un informe de esta importante obra y conocer cuándo será su entrega definitiva a esta comunidad educativa.
Esperamos que en cada uno de estos debates la comunidad esté presente, participe activamente lleven sus preguntas e inquietudes para que sea la administración municipal quien las resuelva.
@julianelpolit
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