UNAL Sede Manizales impulsa uso eficiente de energía en Mitú

Teniendo en cuenta que en Mitú el consumo promedio mensual de un usuario residencial es de 314 kilovatios por hora (kWh), cifra que supera en un 200 % el promedio nacional, la Universidad Nacional Sede Manizales promueve el uso racional de la energía mediante programas de eficiencia energética. 

Como parte de la investigación se han identificado tres factores que determinan el uso excesivo de energía en este municipio: el uso desmedido del aire acondicionado, la preparación de los alimentos diarios y la iluminación pública. 

La profesora Sandra Carvajal Quintero, directora de Investigación y Extensión de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la UNAL Sede Manizales y directora del proyecto, explicó que se seleccionó a Mitú por sus altos consumos de energía eléctrica y por su ubicación en zonas no interconectadas de la selva amazónica colombiana, donde se utiliza generación diésel las 24 horas. A esta problemática se suma que en el municipio no se tienen datos sobre el consumo energético de la población, ya que no se han implementado medidores. 

“La empresa que recauda el servicio de energía lo hace a través de unos subsidios que se dan según si el usuario es residencial o comercial; por esa particularidad es que buscamos un acercamiento con la comunidad y sus gobernantes para entender cómo están utilizando la energía y para qué. Esperamos que esta caracterización sea el principal insumo para identificar estrategias encaminadas a buscar que el consumo de electricidad se haga de manera racional”, puntualizó la directora. 

Uso no convencional de la energía

En esta población se usa mucho el aire acondicionado, y en general se hace de forma inadecuada porque los aparatos están encendidos todo el día mientras las ventanas y puertas de los hogares y oficinas están abiertas, lo que incrementa su gasto energético. 

“Hemos identificado que esto también está ligado a que las condiciones habitacionales de Mitú se basan en las realidades de las zonas interconectadas y no en las condiciones reales del municipio, donde factores como el clima son determinantes”, comenta la profesora Carvajal. 

Agregó que “por eso es importante mirar la problemática no solo desde de la ingeniería eléctrica sino con una visión interdisciplinar y teniendo en cuenta las realidades culturales propias. Por ejemplo se debe revisar desde la arquitectura de las viviendas cómo emplear los conocimientos ancestrales de la comunidad indígena en temas como la dirección del viento o los materiales de construcción para que las viviendas soporten las altas temperaturas”. 

En Mitú no se cuenta con recursos primarios como gas natural y además en la región está prohibida la tala de árboles, por lo que los habitantes deben usar la energía para labores diarias como cocinar sus alimentos. 

Además, por las recurrentes desconexiones fortuitas en la región, los comerciantes utilizan mucho los refrigeradores de apoyo para evitar que los alimentos perecederos se descompongan. 

“También observamos un uso de energía desproporcionado en las luminarias públicas, ya que, aunque están equipadas con termocupla que identifica el momento exacto en que hay reducción de luz natural para encenderse, la nubosidad, muy común en la zona, hace que las luminarias están encendidas casi todo el día”, argumentó la investigadora. 

Según el Sistema de Información Eléctrico Colombiano (SIEL), el consumo de energía residencial para una familia de cuatro personas debe ser aproximadamente de 152 kWh/mes, y por lo tanto Mitú registra un incremento mayor al 200 % de consumo en el sector residencial y al comparar con otras zonas no interconectadas muestra que está por encima del índice promedio de consumo nacional por usuario también de la mayoría de zonas no interconectadas. 

Trabajando con la comunidad

Como parte del proyecto se identificaron los líderes o entidades claves en este proceso para capacitarlos en el apoyo de actividades de reflexión y autocrítica con la comunidad. 

“Trabajamos con la Gobernación, la Alcaldía, el Concejo Municipal y la Asamblea Departamental. De estos encuentros identificamos que es determinante capacitar a la población, revisar la aplicación de otro tipo de energéticos en la región y actualizar la tecnología para que se adapte a las condiciones del territorio. También se ha analizado la necesidad de generar granjas solares a través de producción fotovoltaica; sobre esto, el SENA viene trabajando en procesos de acompañamiento y capacitación para técnicos electricistas en generación de energía fotovoltaicas”. 

También se han realizado acercamientos con el Instituto Sinchi, desde donde se estudia el impacto ambiental que pueden sufrir los ecosistemas, debido a este uso irracional de energía. 

“A finales de septiembre regresaremos a la región a realizar un taller con los estudiantes de grados 10 y 11 de cinco instituciones educativas de Mitú. La idea es concientizar a los jóvenes sobre el uso racional de la energía”, puntualizó la docente de la UNAL Sede Manizales.

BC Noticias

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