CaldasEducación

UManizales alfabetiza a adultos mayores en 11 municipios de Caldas

[smartslider3 slider=»2″]

440 personas de Victoria, Risaralda, Manzanares, Filadelfia, Anserma, Aguadas, Marulanda, Pensilvania, Salamina, La Dorada y Belalcázar atiende el proyecto Clei, Ciclo Lectivo Especial Integral que lidera la Universidad de Manizales en alianza con la Secretaría de Educación de Caldas.

Esta iniciativa hace parte de la estrategia de alfabetización del Ministerio de Educación Nacional, que abrió convocatoria para implementarla en las diferentes regiones del país. La Gobernación de Caldas, como ente territorial, escogió a la UManizales para presentar una propuesta conjunta con el propósito de disminuir el índice de analfabetismo en el departamento, que actualmente es del 5.58%, cifra cercana a la nacional, que es del 5.24%.

“Con la Universidad de Manizales tenemos una trayectoria importante trabajando en el tema de educación, sus procesos demuestran calidad y orden, por lo que nos pareció importante contar con un aliado tan estratégico para este programa”, señala Diana Cardona, de la Secretaría de Educación Departamental.

En el proyecto, desarrollado por la Dirección de Proyección Social, a través de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, participan adultos mayores de centros día, centros vida, asilos y otros que asisten a las instituciones educativas aliadas. Se denomina Clei 1, pues contempla el ciclo básico: de primero a tercero de primaria, en el que les enseñan a leer, escribir y operaciones matemáticas fundamentales como suma y resta.

“Ha sido muy satisfactorio ver que nuestros estudiantes se sienten útiles, el programa les imprimió una dosis de motivación muy grande, ellos llegan con muchas ganas de estudiar, más por un tema de crecimiento personal y superación, el proyecto les dio esas ganas de luchar por vivir, porque tienen algo nuevo, un nuevo aprendizaje”, asegura Paula González Orozco, coordinadora de Clei, quien agrega: “el material que se les entrega también ha sido una motivación muy grande porque es un kit escolar, el hecho de recibir su maletín con cuadernos, colores, plastilina, témperas, es muy gratificante para ellos, pues no solo se les enseña, sino que también se les proporciona todo lo necesario para aprender”.

Para Paula es de resaltar el ejemplo que le han dado a otras personas de su entorno, por el cual han ganado reconocimiento y ha sido motivación para otras personas. “El impacto social se va a dar, indiscutiblemente, pero el impacto inmediato ha sido ese, que ellos se sientan reconocidos dentro de su comunidad”.

Esto ha hecho que adultos de mediana edad e incluso jóvenes se vinculen al programa, que también se ha extendido a población carcelaria e indígena como la Embera, en la cual los facilitadores pertenecen al resguardo para llevarles los contenidos en su lengua nativa.

“Atendemos a todas las personas que quieran aprender a leer y a escribir, es una población analfabeta, que no ha tenido la oportunidad de ingresar al sistema educativo o paró su proceso, entonces no tiene ninguna certificación, y nosotros les certificamos este primer ciclo”.

Las temáticas se dividen en ocho travesías, unas cartillas con las que avanzan en viajes por las artes, el emprendimiento, el lenguaje, las matemáticas, ciencias sociales y ciencias naturales, entre otros temas. El proyecto de emprendimiento transversaliza todas las áreas, y busca educar a los estudiantes en temas financieros para que consoliden o creen sus propios negocios, apuntándole a la generación de ingresos y nuevos empleos.

“Queremos mejorar la calidad de vida de nuestros estudiantes, si el estudiante aprende a leer y a escribir su calidad de vida mejora porque tiene la posibilidad de leer un documento y firmarlo, acceder a algún trabajo, y con el emprendimiento la idea es darles las bases para que surjan en la parte económica”.

Según Maricel Cabrera, asesora pedagógica de la Dirección de Cobertura y Equidad del MEN, la idea es aunar esfuerzos para el desarrollo de estrategias que atiendan a poblaciones vulnerables, apoyando su proyecto de vida y el de sus familias. De la iniciativa en Caldas destaca la formación a población étnica como una apuesta pedagógica innovativa y el trabajo en el área de emprendimiento, y considera ambos aspectos como claves para fortalecer el tejido social en el departamento.

“La UManizales apunta a programas de carácter social porque quiere construir país generando este tipo de impactos y de cambios en poblaciones que generalmente son muy olvidadas”, puntualiza González Orozco.

Luis Enrique Arroyave es un agricultor de 70 años que vive en la vereda El Carmelo, de Anserma (Caldas), y quien, a pesar de que siempre quiso, nunca tuvo la posibilidad de estudiar, hasta que se vinculó al Clei 1 en su municipio.

“Ahora que ya entré a estudiar me siento muy contento, había buscado mucho, yo no tuve estudio, en mi niñez mis padres me entraron a estudiar y como en esos tiempos había unas cosechas muy buenas de café, yo estaba estudiando, pero al ver esto le dije a mi padre que me llevara un canasto, pero él me debió haber dicho que tenía que estudiar. Me llevó el canasto y no llegué a estudiar sino seis meses”, cuenta don Luis, quien agrega: “desde hace años vengo luchándola, mucha gente me enseñó y a mí no me entraba el estudio, hasta que dije: voy para allá, porque creo que allá es donde voy a aprender. Comencé a venir, hace seis meses, no llegué a faltar ni un día, y me siento muy contento porque aprendí a leer palabritas, a hacer sumas y restas”.

Durante la clausura de este primer ciclo en Anserma, recibió una medalla por esfuerzo y superación, ya que ni los derrumbes lo detuvieron para desplazarse desde su finca Carmelo Bajo hasta la Institución Educativa Normal Superior Rebeca Sierra Cardona, a más de una hora de camino.

“Fue un estudiante que llegó sin conocimientos de alfabetización, sin conocimientos básicos de matemáticas, no sabía firmar, empezamos desde cero con él, desde reconocimiento de vocales, consonantes, un estudiante muy comprometido, me preguntaba qué más podía estudiar en la casa. En este momento firma, está leyendo, escribe, suma, resta, multiplica, y muchas cosas más que aprendimos sobre tecnología y arte, le pone muchas ganas a lo que hace”, señala Jéssica Lorena Rodríguez, su profesora, quien asegura que la medalla fue un reconocimiento que se le hizo por todo su esfuerzo: “aunque llovía y vivía muy lejos, a veces no había transporte, llegaba acá mojado, empantanado, pero decía: yo tengo que ir a estudiar, a aprender, entonces la medalla fue para reconocerle ese gran esfuerzo que hizo”.

Tras culminar el ciclo básico con honores, Luis Enrique es hoy un orgullo para toda la comunidad educativa y para su familia. “Me parece muy bien que le hayan dado esa oportunidad de aprender algo ya que nunca pudo estudiar. Se ve muy contento aprendiendo, pidiéndonos a nosotros que le ayudemos en lo que no entiende. Eso es muy bonito, a la edad de ellos que estén haciendo eso”, afirma Juan Camilo Arroyave, su hijo.

“El mensaje es que sigan adelante, porque a mí me decían: loro viejo no aprende a hablar, pero yo les aconsejo a los adultos que no sepan leer y escribir, que lo hagan, porque sí se aprende, poniéndole toda la mente y el corazón”, puntualiza don Luis.

Si desea estar informado de los hechos de Manizales y Caldas, puede ingresar a nuestro grupo de WhatsApp https://chat.whatsapp.com/F0fq69Td8tY6UUFChIZYFf

BC Noticias

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Esta página utiliza Cookies    Más información
Privacidad