Opinión

Revalorar las estadísticas demográficas

Por Alejandro Barrera

La demografía es una disciplina de las ciencias sociales que se encarga del estudio de la estructura de la población, así como de sus dinámicas de cambio y fenómenos asociados en el tiempo, involucrando aspectos económicos, sociales y culturales de los individuos y las sociedades. Es una disciplina que estuvo en furor durante la década de los cincuenta, sesenta y setenta del siglo XX, y gradualmente fue perdiendo protagonismo en los discursos de desarrollo y planeación. Sin embargo, sus estadísticas y reflexiones siguen siendo igual de relevantes. Por ejemplo, revisemos estadísticas vitales del último año.

En el 2021 se registraron 611.669 nacimientos en Colombia, de los cuales, se presentaron 7.857 por residencia de la madre en Caldas, y de estos, 2.857 en Manizales. Seguidamente los municipios con mayores nacimientos en el departamento fueron La Dorada (776), Riosucio (458), Villamaría (452), Chinchiná (445), Supía (328) y Anserma (270). Mientras, los municipios con menor número de nacimientos fueron Marulanda (17), San José (52), La Merced (55), Victoria (72), Filadelfia (78) y Norcasia (84).

En Manizales se destaca que el 12,4% de los nacimientos fueron de madres menores de 19 años, 29,1% en el grupo 20-24 años, 27,6% en 25-29 años, 19% en 30-34 años, 10,6% del grupo 35-39 años y 2,4% en madres mayores de 39 años de edad. Los niveles educativos más frecuentes de las madres en la ciudad fueron media académica o clásica (36,2%), técnica o tecnológica (18,6%), profesional (17,3%), básica secundaria (15,1%), básica primaria (6,2%) y posgrado (5,3%), evidenciando un gradual movimiento proporcional en la edad de la madre frente a su nivel educativo.

Por otro lado, se presentaron 361.753 defunciones no fetales en el país, 8.533 en Caldas y 3.542 en Manizales, destacando como principales causas de muerte el resto de ciertas enfermedades infecciosas y parasitarias (748), enfermedades isquémicas del corazón (519), enfermedades cerebro vasculares (182), enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores (162), infecciones respiratorias agudas (129), tumor maligno de los órganos digestivos y del peritoneo excepto estómago y colon (111), enfermedades del sistema urinario (110) y resto de enfermedades del sistema digestivo (109), sumando el 58% de las defunciones no fetales de la ciudad. En el caso de los tumores malignos, sumando todas sus categorías, se tendrían 421 causas de muerte en 2021 en la ciudad.

Ahora bien, ¿qué nos dice la demografía con alguno de estos datos? Con las cifras globales, sólo tomando el caso de Manizales, se reafirma el fuerte tránsito demográfico de la ciudad, comparando que en 1998 se registraron 6.407 nacimientos, lo que se puede interpretar por medio de la tasa bruta de natalidad como 15,59 nacidos por cada mil habitantes en 1998 y de 6,28 por mil en 2021, marcando una significativa tendencia de disminución en los niveles de fecundidad. Y, paralelamente, los niveles de mortalidad aumentan en el mismo periodo, con 2.051 muertes en 1998, donde a través de la tasa bruta de mortalidad la ciudad pasa de 5,31 muertes por cada mil personas a 7,87 por mil en 2021, lo que produce que Manizales efectivamente se encuentra con un crecimiento vegetativo negativo de población, que, omitiendo dinámica migratoria, implicaría un volumen de población cada vez menor, con perspectiva de mediano y largo de plazo, en el marco de un consolidado envejecimiento.

Esto requiere una nueva lectura, interpretación y discurso de ciudad, incluso, una nueva visión y agenda de desarrollo que entienda la actual realidad poblacional, con influencia y efectos para el sector público y privado. Revalorar las estadísticas demográficas es una prioridad, porque es la única disciplina que nos permite visualizar el pasado, presente y futuro de una sociedad, abarcando las fuerzas esenciales de cambio de la población: fecundidad, mortalidad y migración. En 2022, Manizales no es la misma ciudad de hace 10, 20 o 40 años, y si se mantienen las tendencias, será otra en 2040 y 2050, por ejemplo, una ciudad con menores niveles de población.

BC Noticias

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