Por Diego Armando Cárdenas Rendón
El gobierno colombiano, para nuestra fortuna, está tomando decisiones que mitigan el riesgo por el Calentamiento Global y eso lo demuestra el hecho de que El Plan Nacional de Desarrollo es amigable con el medio ambiente y lo reconcilia con la economía, pero eso no es suficiente. Para enfrentar las altas temperaturas, los fuertes aguaceros o los huracanes es necesario que los funcionarios del gabinete ministerial hablen el mismo idioma y entiendan el asunto con la seriedad que merece; de lo contrario dicho Plan quedará en papel como una somera intensión de proteger el territorio nacional y sus habitantes.
Menciono este tema porque es bastante preocupante que la Ministra de Minas y Energía Irene Vélez lo tome a la ligera y con decir que en este preciso momento no estamos en riesgo de crisis energética salde el tema. Tal vez hoy tenga razón ¿y mañana? El Fenómeno del Niño ya llegó y podría suceder cualquier cosa que afecte el abastecimiento energético del país como ha sucedido en ocasiones anteriores.
Me pregunto ¿Cuál excusa tendrá en mente la Dra. Vélez en caso de un apagón? El argumento de la imposibilidad de predecir los fenómenos naturales es inadecuado, no solo porque siempre hay que tener planes de contingencia, también porque El Niño ya está aquí y el momento de actuar es este, en lugar de esperar que se desate la crisis. Ya imagino a la MINMINAS diciendo que si estaba trabajando en el problema y que los acontecimientos superaron por mucho sus propuestas, mientras dejó pasar las oportunidades para evitar dificultades.
El cambio climático hay que tomarlo en serio, de ahí que se haya incluido como uno de los pilares del PND y eso significa planificar cada paso a seguir se presente o no una crisis. Si el aumento de las tarifas de energía por las altas temperaturas no enciende las alarmas aunque golpeen fuertemente los bolsillos de los ciudadanos y el ecosistema, es difícil comprender que más espera MINMINAS para decretar emergencias, aumentar esfuerzos y conducir al sustento en energías renovables .
El Plan Nacional de Desarrollo es muy bonito, pero cada uno de los ministerios debe establecer una hoja de ruta que, además de disminuir las tarifas de servicios públicos, mitigue los riesgos climáticos, proteja a los ciudadanos frente a los fenómenos naturales y evite un racionamiento de energía obligado. Acontecimientos que tiene el país en las narices pero que, como es costumbre, se espera a que surja el problema para buscar la solución.
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