Opinión: Superintendente, Caldas se respeta

Columna de opinión por Christián Pérez

Recuerdo con simpatía una chanza que un apreciado amigo realizaba sobre las malas conductas de algunos negligentes servidores públicos al frente de sus cargos, que no sienten como suyas las problemáticas que afectan a la comunidad, dejándolas pasar impávidas sin ningún tipo de consideración: «Érase una vez un toro de propiedad de un ganadero residente de un corregimiento, que se caracterizaba por su ardor y efectividad para preñar a cuanta vaca le colocaban por delante; fue tal la fama del astado, que el alcalde del pueblo decidió comprarlo con la finalidad de que el bravo semental colocara a disposición del municipio su talento reproductor; misteriosamente el toro una vez comprado por la alcaldía dejó de lado su libidinosa costumbre de reproducirse; fue así como el antiguo dueño preocupado por el cambio intempestivo del animal, se acercó a preguntarle ¿Toro, cuál es el motivo de tu desgano sexual?, a lo que el otro semental respondió: «¡No me molestes que desde que me vendiste pase a ser servidor público!»».

Este «chascarrillo» que ejemplifica la negligencia de algunos ineficientes servidores del Estado (por su puesto no los representa a todos, no a la mayoría), es un mal que raya con la corrupción, en la medida que un servidor que se hace el de «la vista gorda» para no cumplir con su deber, atenta contra valores ciudadanos y públicos esenciales como es el caso de la moralidad administrativa, la igualdad, la eficacia, la responsabilidad, entre otros.

Ahora bien, esta introducción es para cuestionar el lamentable papel que desempeña el Señor Norman Julio Muñoz, Superintendente Nacional de Salud, frente a los reclamos ciudadanos de cara a las falencias del sistema en el Departamento de Caldas. Infortunadamente, solo ha mostrado negligencia y letargo en sus actuaciones, lo cual ha quedado en evidencia por lo menos desde comienzo del presente año.

Hay que recordar que el Señor Supersalud visitó la ciudad de Manizales el pasado 31 de marzo de este año, en la cual en un encuentro con ciudadanos, usuarios y pacientes de todo tipo le fueron planteadas sus preocupaciones frente a las fallas en la prestación del servicio y violaciones al derecho fundamental a la salud por parte de los diferentes agentes del sistema en el Departamento; frente a ello el Supersalud de manera muy clara se comprometió delante de los medios de comunicación y cientos de personas, en enviar al lunes siguiente, es decir para el 3 de abril de 2017, dos delegados permanentes que estuvieran en Manizales para atender a la ciudadanía de cara a los diferentes casos de violación al derecho a la salud que se presentaran.

Lastimosamente, luego de casi tres meses, el Superintendente no le ha cumplido a los caldenses este compromiso. Promesa por demás vista con esperanza por la ciudadanía, si se tiene en cuenta que serviría una vez cumplida, como paliativo para sobrellevar la pesada carga de un sistema en crisis, en el que el ciudadano del común es el principal afectado, necesitando encontrar en esta Superintendencia un aliado para dar sus batallas contra los desbarajustes de la salud en la región y el país. De este compromiso queda evidencia en un video en el siguiente link de youtube: https://www.youtube.com/watch?v=vA6_EIEOWD0 .

Como si fuera poco, hace aproximadamente un mes se elevó por parte del Colectivo Ciudadano Por la Salud Caldas al Dr. Norman Julio Muñoz, un derecho de petición donde se le solicitó que se explicarán cuáles serían las medidas a tomar por parte de la superintendencia, con el fin de lograr el restablecimiento de los servicios en el Hospital Infantil Rafael Henao Toro, a lo cual nunca respondió. Confirmando la desidia y el desinterés de este funcionario por la salud de los habitantes de Caldas. Ya lo decía categóricamente la Dra. Tulia Helena Hernández, Personera de Manizales: “El Superintendente Nacional de Salud se burla de los Manizaleños”.

Es por todo esto que con el acompañamiento del Colectivo Ciudadano en mención, se colocó el 21 de junio pasado una queja disciplinaria contra este funcionario ante la Procuraduría General de la Nación, esencialmente por dos razones:

1. La no respuesta al derecho de petición dentro de los términos que establece la Ley, considerada una falta disciplinaria a la luz de los artículos 14 y 31 de la Ley 1755 de 2015; 2. El incumplimiento del deber de todo servidor público de tratar con respeto a las personas con quienes tengan relación con razón del servicio (Ley 734 de 2002, artículo 34 numeral 6); esta falta se ve materializada  en el irrespeto del Supersalud con los usuarios de la salud en Manizales y Caldas, que se ven burlados por medio de las promesas fallidas del Señor Norman Julio Muñoz a todos nosotros. Esta queja se interpuso con el propósito de que la Procuraduría de apertura contra este funcionario una investigación disciplinaria y le imponga las sanciones a que haya lugar.

Por lo pronto, a juzgar por las actitudes omisivas del Supersalud con la crisis del sistema en la ciudad y el departamento, pareciera que sus conductas se asemejan más a las del semental del comienzo, que perdió sus bríos sexuales y diligencia reproductiva, al ostentar la condición de servidor del Estado. Definitivamente,  por funcionarios negligentes pagan todos, habiendo en realidad funcionarios del estado diligentes, que hacen suyas las problemáticas públicas.

 

La siguiente columna representa el pensamiento del columnista, y no la del medio.

 

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