Opinión: Las víctimas de Coomeva

Por: Christian Pérez

La Eps Coomeva, fundada en la ciudad de Cali por allá a mediados de los años noventa, empezó a consolidarse en el país con un poderoso plan de expansión, respaldado por un importante emporio económico denominado Grupo Coomeva, en el que no solo se encuentra la EPS en mención, sino también otros tipos de negocios como Ips, clínicas,  bancos, entidades financieras,  cooperativas, corredores de seguros, agencias de viajes y hasta clubes de propiedad de sus dueños.

Dentro de la expansión de Coomeva como Entidad Promotora de Salud – EPS, en sus primeros años dejó en sus usuarios muy buenas impresiones, en tanto que contaban de manera oportuna con los servicios en salud, disponía de contratos  en los diferentes departamentos y municipios del país  con una adecuada red de prestadores, y aparecía en términos generales bien posicionada en las mediciones que realizaba periódicamente la Superintendencia Nacional de Salud, y en el general en la satisfacción de sus usuarios.

No obstante, desde un tiempo para acá, Coomeva ha venido cayendo en desgracia, o más bien, sus usuarios han venido sufriendo la desgracia de su mala atención y en el peor de los casos de la no prestación de los servicios, inclusive de los más elementales. Para muestra un botón, en el Departamento de Caldas la atención de esta Eps a sus usuarios es prácticamente nula, al punto de como decía un desazonado usuario:  «Coomeva prácticamente solo tiene presencia en Caldas para cobrar mensualmente los aportes de sus usuarios y para uno que otro servicio de contacto administrativo»,  a todas luces insuficiente para satisfacer las necesidades en salud de su población afiliada.

Hoy en Caldas por ejemplo, cerca de 50mil usuarios de esta Eps no cuentan con servicios tan básicos y elementales para la satisfacción al derecho a la salud, como lo son las urgencias no vitales y la hospitalización. Prácticamente quien esté afiliado a Coomeva tiene prohibido enfermarse, en tanto que lo seguro es que una vez llegue a cualquier clínica y hospital del Departamento de Caldas, lo van a devolver para su casa sin contemplaciones, por el hecho de que esta Eps no tiene contratado con nadie los referidos servicios de hospitalización y de urgencias en el Departamento.

Como si fuera poco, el usuario de Coomeva que tenga necesidad de una cita médica con especialista y que resida en cualquier municipio de la geografía caldense, para tan solo solicitarla debe desplazarse hasta la ciudad de Pereira con el fin de conseguir su asignación. Situación a todas luces inaudita, si se tiene presente que por lo menos en Manizales se pueden realizar este tipo de trámites, o de manera virtual teniendo en cuenta todos los avances de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Muchos usuarios de escasos recursos deben hacer «maromas» para desplazarse hasta Pereira, y en otros casos definitivamente no pueden acceder a la atención especializada, por no poder ir hasta esta ciudad para solicitar su atención especializada.

La crisis de Coomeva se acentúa, al punto de que recientemente la Supersalud autorizó el retiro de esta EPS de cerca 223 municipios de Colombia en los que tenía presencia, entre ellos 14 de Caldas; esto a partir del 31 de agosto próximo. Adicionalmente la misma Supersalud en las mediciones anuales que hace de la sostenibilidad financiera de las Eps, Coomeva figura encabezando la lamentable clasificación de las EPS que no gozan de sostenibilidad financiera en el régimen contributivo, con todo y lo que ello representa en términos de calidad y oportunidad en la atención para sus usuarios.

Por estas y otras razones he decidido titular este artículo de opinión LAS VÍCTIMAS DE COOMEVA, en recordación a las miles de personas afiliadas a esta entidad que deben soportar los rigores de falta de atención,  de los desplazamientos absurdos a otras ciudades para procedimientos que perfectamente pueden realizarse en sus municipios de residencia o por lo menos en Manizales, y en honor a los muchos que han tenido que sufrir los paseos de la muerte, por no disfrutar de un acceso oportuno a los servicios de salud.

*Las opiniones de este artículo expresan la opinión del columnista, y no la del medio de comunicación.

 

 

 

BC Noticias

Publicaciones relacionadas

2 comentarios

  1. Pingback: illuminati

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Esta página utiliza Cookies    Más información
Privacidad