Opinión

Mientras el London´s Bridge is Down, el Simón Bolívar Bridge is open

Por Sergio Salazar

De manera jocosa inicio esta columna haciéndole un guiño a la noticia internacional del momento, la muerte de la Reina Isabel II de Inglaterra y el protocolo London Bridge y Unicornio que se puso en marcha para darle el último adiós a la monarca más importante del último siglo y me atrevería a decir que de toda la historia hasta este momento.

Dicho lo anterior, realmente quiero centrarme en aplaudir el restablecimiento de las relaciones bilaterales diplomáticas entre Colombia y Venezuela. Para nadie es un secreto que estas naciones hermanas deben cubrir necesidades de un lado y del otro.

Pero no sólo en temas económicos, sino de asuntos fronterizos, el cercenamiento de una comunidad que socioculturalmente está más que ligada. En Cúcuta, sólo por poner ejemplo de un paso internacional, las familias se vieron separadas con el cierre del puente internacional Simón Bolívar y que los obligó a recurrir a cruzar de manera irregular la división territorial inclusive para temas tan básicos como compartir juntos.

La dinamización del comercio de las dos naciones será un aspecto preponderante a la hora de la reactivación económica después del alto obligado que ocasionó la pandemia, pues el desempleo fue uno de los ítems más preocupantes, en la prensa nacional se podía leer que diariamente transitaban entre los dos países 35.000 personas contando además vehículos de carga que tenía como destino final Buenaventura para que los productos fueran embarcados para surcar aguas del pacífico. Todas estas actividades definitivamente beneficiaban a Colombia directa e indirectamente.

Venezuela viene en un resurgimiento que mantiene el optimismo de los habitantes y particularmente en algunos sectores económicos. La negociación en dólares ante la hiperinflación que los sumió en una “espiral” crítica en el 2017, conllevó a que se estabilizaran las cifras del costo de vida manteniéndose inferiores al 50%.

Tal es la apuesta por la economía venezolana, que el turismo se está reactivando, las aerolíneas están retornando a operar en ese territorio y hasta artistas de talla internacional también se animaron en hacer presentaciones allí, efectos de la dolarización de la economía, pues el Bolívar Fuerte, nada le hacía mérito a su nombre, lo que derivó en su desaparición y desencadenó una gran mutación de la fracasada divisa.

El reto siguiente del restablecimiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela es combatir la criminalidad. Son graves los delitos que se cometen en la frontera, el contrabando, narcotráfico y ni qué decir los delitos sexuales están a la orden del día dada la vulnerabilidad de las personas que transitan por las “trochas”,  y que de contera llevó a que delincuentes se refugiaren en ese Estado, pues es evidente que Juan Guaidó no tenía el más mínimo poder sobre las fuerzas militares y ningún papel dentro del Estado Constitucional establecido en Venezuela, la prueba está en que aún esperamos sentados, porque de pie nos cansamos, las resultas del pedido de extradición de Aida Merlano.

La gran frontera que nos une, (no quiero decir que nos divide, porque somos países hermanos) debe celebrar la apertura de los pasos legales de tránsito, pues la economía, la seguridad y la cooperación va a mejorar y sin duda representará una progreso económico, social y cultural para quienes tienen sus raíces compartidas, por eso la importancia de que el “Simón Bolívar Bridge sea open”.

BC Noticias

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Esta página utiliza Cookies    Más información
Privacidad