Opinión

Los que tienen la autoridad de nombrar líderes sociales

Por Oscar Giraldo

Siempre que asesinan a un líder ambiental, comunitario o minero, o perteneciente a ese grupo de luchadores por las minorías de la Colombia profunda o a veces, no tan profunda, y los denominan como líderes sociales, brincan las autoridades a buscar la manera de desmentir que representaran a alguna comunidad, como si eso fuera a restarle relevancia al asunto o quién sabe si para evitar el ojo avizor de organizaciones y entidades nacionales e internacionales.

Ocurrió recientemente con Luis Carlos Quiceno, asesinado el pasado 24 de julio en límites entre Norcasia y La Dorada. Luis Carlos tuvo que luchar contra los embates de un aparato judicial que ordenó tumbar las cabañas que construyó dentro de la propiedad que posee su familia hace 50 años en la vereda La Habana, un proyecto de turismo comunitario.

Luis Carlos luchó por la protección del río La Miel y su cuenca, promovió un turismo amigable, muy lejos de esos macroproyectos de turismo ocultos bajo la bonita palabra del ecoturismo que se implanta en los lugares más bonitos de Colombia sin que la autoridad actúe. Pero ese será tema en otra ocasión.

Luis Carlos era un líder social, una persona que luchó por el medioambiente y por tantas personas en su entorno, así las autoridades se limiten a decir que era un guía turístico. Caso similar fue el de Wilson López, reconocido por su labor por El Congal, vereda de Samaná azotada por guerrilla y paramilitarismo por igual, y que hoy intenta recuperarse de esa dolorosa época.

El recibió el estandarte de manos de Jhon López, exiliado a causa de las amenazas que tantas veces sufrió. A Wilson lo asesinaron el año pasado en Aguadas y nuevamente mencionar que era un líder social, significaba un pecado para las autoridades.

¿Importa la denominación solo cuando se muestra algo positivo? ¿Por qué no mejor se dedican a proteger a estas personas y a evitar que estos hechos ocurran? ¿Por qué no mejor investigan con juicio los delitos ambientales?

Mientras el país lamentaba la muerte de Luis Carlos, en entrevista con Caracol Radio, la exministra de Industria, Comercio y Turismo, Ximena Lombana hablaba de los logros del gobierno de Iván Duque en protección a líderes. Patético, increíble, pero cierto.

Juana Perea, Carlos Aldairo Arenas, Gonzalo Cardona, Jorge Santofimio, Breiner Cucuñame y Juan David Ochoa se unen a una larga lista de líderes que apostaron por un turismo social y ambientalmente sostenible, pero las balas los silenciaron. Es momento de que las autoridades dejen de lado la prepotencia, las ganas de mostrar un paraíso que no existe, se pongan las pilas e investiguen.

Adenda: mientras escribía esta columna, me daba cuenta del homicidio de Javier Usechi, líder ambiental, guía turístico y propietario de un refugio para animales sin hogar en zona rural de El Águila, en el norte del Valle. ¿Hasta cuándo?

BC Noticias

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