Por Oscar Adrián Giraldo Santa
Tenebrosa, ridícula y nada sorprendente resulta siendo la actitud del colombiano ante las rondas que hace la muerte sobre la oposición política. Históricamente, el país ha padecido por las muertes violentas de grandes líderes, cuyos crímenes quedaron en el olvido y la impunidad.
En la noche del sábado, en pleno discurso en la Plaza de Los Periodistas, de Bogotá, desde un edificio cercano le apuntaron con un láser a la cara a Francia Márquez, formula vicepresidencial de Gustavo Petro y como era de esperarse, las burlas no se hicieron esperar, y tampoco los exagerados expertos en balística, complots y criminalistas.
Si bien, creo que se trata de un saboteo proveniente de aquellos simpatizantes de la corrupta clase política dirigente que impone presidentes, esta falta de respeto hacia una mujer que ha sufrido de desplazamiento y atentados por liderar causas ambientales especialmente en Cauca se debe tomar en serio e investigar quién fue el personaje que lo hizo, así la Policía Nacional en su enésima salida en falso, atine a comunicar que ella nunca corrió riesgo.
Lastimosamente estamos en un país en el que todo es digno de burla, una burla que se acrecienta cuando la víctima es negra, indígena, de oposición o pobre. Nos sale el racismo a flote y ni qué decirlo de mis coterráneos del Eje Cafetero.
Por eso no se me hizo raro que ante las recientes salidas en falso de Francia, como el tema de los huevos alemanes, abundaran los memes y ahora, frente al láser que le apuntó a la cara, nuevamente disfrutaran con su temor. En el rincón de los bloqueados y olvidados de mi WhatsApp descansa el número de un funcionario público que me respondió a un estado con imágenes de un gorila.
Incluso un dizque reputado periodista deportivo de tierras manizaleñas que en cada partido de fútbol habla con términos que solo conocen los entrenadores y cree sabérselas todas, pero que no es más que un ignorante con micrófono, comparó el hecho del láser con lo que ocurre en el deporte. Ubíquese y hágase revisar.
Adenda: Mi solidaridad con el Diario La Patria, que fue mi casa durante seis años y una gran escuela del periodismo. Desde páginas que fingen ser noticiosas y no son más que replicadoras de información falsa, lo atacan y lo relacionan con políticos corruptos del departamento. Las autoridades están en mora de identificar a sus administradores y ponerlos en cintura ante las constantes calumnias que publican
Este mensaje también va para el congresista Santiago Osorio, periodista, quien victimizándose contra La Patria, no ha respondido ante los múltiples señalamientos que le hicieron durante las recientes elecciones. Ya veremos qué pasa con las dos demandas ante el Consejo de Estado que cursan en su contra.
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