Por Yoiver Giraldo Quintero
La gestión de la comunicación en las entidades públicas es todo un reto. La cultura burocrática que las caracteriza, así como la constante vigilancia que tiene por parte de los entes de control y la ciudadanía, sumándole las frecuentes luchas de poder internas; hacen que tener canales, flujos comunicacionales y voceros convincentes tenga mayor grado de dificultad al compararse con empresas privadas.
Con base en lo anterior y a la luz de la comunicación integral existe un elemento de gran importancia: la comunicación intrapersonal, definida por Manuel Tessi como aquellos mensajes que una persona se dice a sí mismo y bajo los cuales actúa y toma decisiones. Esta comunicación presenta aún mayor relevancia en los líderes por su influencia en el resto de integrantes y el desarrollo propio de las entidades que representan.
Para el caso de Manizales, la comunicación intrapersonal del alcalde, Carlos Mario Marín Correa, no es un tema menor. A juzgar por sus reiteradas salidas en falso entre las que resaltan mencionarle al presidente Gustavo Petro que Aerocafé era un proyecto de élites, la firma de un convenio con un país inexistente y cambiar el discurso histórico del pregón de la Feria de Manizales, entre otras; dan muestran que los mensajes que el mandatario municipal se está comunicando no sólo han perjudicado su imagen (14% de favorabilidad de acuerdo a Cifras y Conceptos) sino la de su administración y la ciudad en general.
Si este último año de gobierno el alcalde de Manizales desea mejorar su gestión debe prestar mayor atención a su comunicación intrapersonal para que ésta lo lleve a actuar con responsabilidad, claridad y coherencia. No importa cuántas estrategias de comunicación cree su equipo de prensa ni cuánto invierta en tener notables transmisiones en vivo de sus eventos; sino realiza un análisis profundo de lo que se comunica a sí mismo seguirá enviando los mensajes incorrectos a los manizaleños. El desafío que tiene es que esto no lo soluciona con contactos, tecnología, defensores masivos en redes sociales o contratando consultores por más de 1.000 millones de pesos. Esto lo soluciona solamente con voluntad. ¿Estará dispuesto?
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