Informe Especial: La convivencia con las garzas, un desafío para Manizales
Por: Oscar Bayona
El debate sobre la presencia de garzas en Manizales y su impacto en la salud pública ha resurgido este año, generando controversia en torno a las estrategias de ahuyentamiento implementadas por las autoridades.
La Secretaría de Medio Ambiente de Manizales informó que el proceso de ahuyentamiento de la garza bueyera (Bubulcus ibis) se realiza en cumplimiento de una Acción Popular que ordena su desplazamiento hacia zonas rurales. Las intervenciones se llevan a cabo con criterios técnicos y ambientales, salvaguardando la integridad de los árboles y protegiendo las aves, especialmente en presencia de polluelos o huevos.
El procedimiento se realiza en colaboración con la Corporación Autónoma Regional de Caldas e incluye rescates y reubicaciones de los ejemplares en lugares adecuados.
Desde hace cuatro años, la Alcaldía ha desarrollado diversas estrategias de control de la especie:
- Generación de ruidos de impacto para inducir estrés en la población aviar.
- Instalación de polisombras y espantapájaros en los puntos de anidación.
- Podas de formación y control en los árboles utilizados por las garzas.
- Monitoreo continuo para identificar nuevos garceros en la ciudad.
Estas acciones se han coordinado con la Secretaría del Interior, la Secretaría de Salud y la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR).
Una especie invasora sin depredadores naturales
La garza bueyera es originaria de África y llegó a Colombia entre 1916 y 1917. Su rápida expansión en Manizales se debe a la falta de depredadores naturales, lo que ha generado un desequilibrio ecológico:
- Desplazamiento de especies nativas, como tórtolas y canarios.
- Deterioro del arbolado urbano debido a la acumulación de excrementos.
- Proliferación de insectos y roedores, lo que impacta la salud pública.
- Riesgos alérgicos y respiratorios en la población, especialmente en niños y adultos mayores.
Podas: seguridad y control silvicultural
La administración municipal informó que las podas realizadas en la Avenida Santander, entre Palmas y El Cable, han sido controladas y no implican la tala de árboles. Estas intervenciones se hicieron para:
- Garantizar seguridad durante la Feria de Manizales, reduciendo el riesgo de caída de ramas.
- –Evitar bloqueos en el circuito cerrado de televisión de la Policía, a solicitud de la Secretaría del Interior.
- Manejo silvicultural planificado, priorizando el estado fitosanitario de los árboles.
La Secretaría de Medio Ambiente enfatizó que el manejo del arbolado se ajusta a estudios técnicos anuales y a solicitudes de la comunidad. Además, afirmó que estas intervenciones promueven el desarrollo saludable de los árboles y mejoran sus condiciones generales.
Colectivo Anti-Paisajismo cuestiona la forma en qué se han realizado las podas de árboles en Manizales
Mientras la Secretaría de Salud advierte sobre los riesgos sanitarios asociados a la acumulación de excremento y plumas, el colectivo ambientalista Anti-Paisajismo ha denunciado que las acciones tomadas han sido inadecuadas y han causado daños al ecosistema urbano.
El colectivo señala que la estrategia utilizada hasta el momento –principalmente podas agresivas– ha generado múltiples afectaciones:
- Disminución de la sombra y del oxígeno que los árboles brindan a la ciudad.
- Aumento del efecto isla de calor, haciendo que las temperaturas sean más altas en estas zonas.
- Desplazamiento de otras especies nativas, afectando la biodiversidad urbana.
- Deterioro de la calidad del espacio público, volviéndolo menos atractivo y funcional para la ciudadanía.
- Afeamiento del paisaje urbano, con árboles mutilados que pierden su valor ambiental y estético.
Como colectivo ambientalista, creen que el manejo de las garzas debe abordarse con soluciones integrales, que tengan en cuenta la crisis climática y ecológica actual, basadas en la ciencia y en la conservación. Algunas de las acciones incluyen:
- Monitoreo y estudios técnicos para evaluar el comportamiento de las garzas y su impacto real en la ciudad.
- Control biológico y medidas de disuasión adecuadas, como el uso de elementos que realmente eviten la anidación sin dañar los árboles pues ya es evidente que la poda ha desplazado a las garzas de un árbol a otro sin resolver la situación y que incluso ellas han regresado a algunos de los árboles maltratados con la poda.
- Manejo responsable del arbolado, evitando podas excesivas y promoviendo planes de reforestación urbana CON ESPECIES NATIVAS.
- Programas de educación ambiental, para que la comunidad comprenda la importancia de la biodiversidad, las afectaciones de una especie invasora, los posibles riesgos asociados a esta y la necesidad.
- Mantenimiento y limpieza periódica de los espacios afectados, reduciendo los riesgos sanitarios sin necesidad de afectar el arbolado, pues estos llevan días sin ser limpiados, generando acumulación de excrementos y plumas. Las decisiones deben basarse en estudios serios y no en medidas reactivas que solo desplazan el problema en lugar de resolverlo.
Podas: necesarias, pero mal ejecutadas
Si bien el colectivo reconoce que la poda es una herramienta esencial en el manejo del arbolado urbano, advierte que debe realizarse de manera técnica y planificada. “Lo que hemos visto en Manizales no son podas de formación ni de mantenimiento, sino intervenciones drásticas que han debilitado los árboles y alterado el paisaje urbano”, afirman.
Finalmente, hacen un llamado a la Administración Municipal para que reconsidere sus estrategias de control, garantizando un equilibrio entre la salud pública y la conservación del medio ambiente.
Corpocaldas adelanta censos de garzas y acompañamiento en el manejo y control
La Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas) continúa con la implementación de estrategias para el manejo, prevención y control de la garza bueyera (Bubulcus ibis), una especie exótica e invasora que afecta la biodiversidad en los municipios de Manizales, Villamaría, Supía y Neira.
Durante el 2024, la entidad realizó censos y monitoreos en garceros urbanos, reuniones con administraciones municipales y comunidad y acompañamiento a la instalación de espantapájaros y brigadas de ahuyentamiento.
Impacto de la especie invasora
“La garza es una especie exótica e invasora no son propias del territorio nacional, no hacen parte de nuestra fauna nativa y por el contrario compiten con la fauna nativa por diferentes recursos, en este caso por alimento, refugio, zonas de tránsito y demás. Al ocupar nidos en donde las especies nativas naturalmente habitan logran desplazarlas” explicó Paula Carolina Patiño Escobar, profesional especializada de la subdirección de Biodiversidad y Ecosistemas de Corpocaldas.
Acciones de manejo y control
Corpocaldas enfatiza que su labor principal es realizar censos y monitoreos, además de capacitar a las brigadas de ahuyentamiento de las alcaldías. En caso de afectación de pichones durante estas actividades, la corporación interviene para su manejo adecuado.
«El objetivo del ahuyentamiento es desplazar a la población de garzas hacia zonas rurales, donde su impacto sea menor», agregó Patiño Escobar.
Cumplimiento de la Sentencia 195 de 2020
En cumplimiento de la Sentencia 195 del 19 de noviembre de 2020, proferida por el Tribunal Administrativo de Caldas, Corpocaldas y la Alcaldía de Manizales deben coordinar acciones dentro de sus competencias, definir un protocolo definitivo para el manejo de la especie invasora y garantizar la protección del ecosistema urbano frente al impacto de la garza bueyera.
Según el último censo realizado en enero, la población estimada de estas aves en la ciudad es de aproximadamente 420 individuos.