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Gamers, cada vez más inclusivos, pero ojo con los excesos

Los amantes de esta actividad se conocen como gamers, una autoidentificación de padres y madres de familias, personas de la tercera edad, niños, jóvenes y personas en situación de discapacidad, entre otras, que tienen una fuerte pasión por los videojuegos.

Algunos juegos tradicionales han transitado de los espacios físicos a escenarios virtuales, e incluso han llegado a convertirse en videojuegos formales más complejos que llevan a los jugadores a conformar equipos con personas de todo el mundo y a entrenar varias horas al día antes de competir, por lo que han pasado de ser una actividad individual a convertirse en masiva, gracias al internet y a los multijugadores.

Así lo señala Luis Fernando Jaimes Rozo, terapeuta ocupacional de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), fundador y director General de la Fundación Gamers, en el marco de la charla “Fenómeno Gamer: salud y bienestar digital en el contexto de la pandemia por COVID-19”, del programa #SaludUNALContigo, de la Facultad de Medicina.

Un ejemplo de los diferentes espacios en los que esta cultura ha incursionado son los contextos de aulas de clases en países como Finlandia, Dinamarca y Noruega, en los cuales, en vez de sacar los dispositivos digitales de sus espacios de educación, decidieron incorporarlos, no solo para fomentar contenidos sino también habilidades como el trabajo en equipo, la innovación, la creatividad y la colaboración, entre otros.

Según el terapeuta Jaimes, estos videojuegos también se implementan en tecnologías de apoyo o de asistencia para personas en situación de discapacidad, facilitando su entrenamiento no solo para el uso de esta tecnología sino también para sus terapias. “Desde la sociedad, los científicos y las empresas han surgido avances como la creación de dispositivos que les permiten a las personas en esta condición controlar un computador mediante el movimiento de sus ojos, por ejemplo”.

Por su parte, los deportes electrónicos –una de las evoluciones más representativas del juego digital– han permitido la participación de mujeres, quienes han demostrado sus destrezas y la pasión hacia estas actividades, que a su vez son una fuente de ingresos económicos significativos. En la UNAL Sede Medellín se inauguró el segundo torneo deportivo virtual de FIFA, en el que los “chicos y chicas esport” (como se conocen a los deportistas digitales) de la UNAL están llevando los deportes electrónicos a las instituciones de educación superior

Cuidado con las rutinas y el bullying

Pese a que esta actividad tiene grandes beneficios para la población en general no es ajena a diferentes problemas y retos que afectan no solo a niños y jóvenes, sino también adultos y personas mayores que forman parte de esta comunidad.

Según el terapeuta, uno de los problemas presentes en la actividad es el tiempo de juego, pues muchas veces las personas se vuelven obsesivas, con rutinas fuera de control, en las que jóvenes y adultos dedican hasta 13 horas de un solo día a jugar videojuegos, abandonando sus actividades laborales, interacciones sociales, físicas o tradicionales.

En este mundo virtual también se presentan casos de acoso llamados gamer bullying, que se dan entre jugadores en línea y comunidades, pues en ocasiones se dan amenazas, maltrato u ofensas, a las que todas las personas están expuestas por tratarse de una comunidad tan grande y variada.

Así mismo, la privacidad es uno de los campos que más frecuentemente está en riesgo, debido a que la naturaleza masiva de los juegos hace que los jugadores de sumerjan pues permiten la interacción por voz y video dentro de la comunidad. En esta práctica las personas, sobre todo los menores de edad están expuestos a posibles violaciones de privacidad, o a estafa.

Por último, otra de las principales problemáticas es el descontrol por las compras masivas dentro del juego, alentada por la necesidad de lograr rápidas mejoras dentro de la competencia.

“Los últimos juegos de la década nos permiten hacer compras dentro del mismo juego para adquirir componentes que le ayudan a tener mejor presencia en la comunidad. Sin embargo los gamers están en contra de esta iniciativa, pues lo llaman pay to win (pagar para ganar)”, concluye el terapeuta.

BC Noticias

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