Como una bendición de Dios describió Érika Andrea Bañol Bañol el hecho de disfrutar de su nueva vivienda propia, digna y segura, que le entregó el Gobierno de Caldas, mediante la Secretaría de Vivienda, en el resguardo indígena Escopetera y Pirza, en Riosucio.
“En nombre de mi familia, darles los sinceros agradecimientos a la Gobernación y al Resguardo Escopetera y Pirza. Esta es una bendición de Dios para acoger a mi familia. Hoy vinieron ustedes a hacer un sueño realidad. Quedo muy agradecida con el gobernador del resguardo y el gobernador de Caldas”, expresó Érika Andrea, emocionada por el cambio que tendrá su vida.
Llevar felicidad y bienestar a todos los rincones de nuestro departamento y a los caldenses que más lo necesitan es el principal propósito de la Revolución de la Vivienda. La vivienda de Érika hace parte del programa de bloqueras comunitarias, en el que las propias familias participan en la construcción de su casa.
“Venimos de luchas y sacrificios, pero esto no debe ser doloroso. Ver mi casa así es algo inmensamente grande. No me imaginaba que iba a tener casa propia. Tenemos que aprender que aunque a veces hay obstáculos, esto no debe impedir que uno haga realidad sus sueños”, agregó Érika, al lado de su hija, Sofía.
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