En Manizales se realizó una boda simbólica en medio del COVID-19
Desde los 10 años de edad, la misionera María Cecilia Osorio Betancur soñaba con casarse. Ayer cumplió su sueño en una boda simbólica con el pintor Alfonso Ardila Márquez, a quien conoció hace apenas un mes cuando el destino los puso en el ecoparque El Arenillo, donde la Alcaldía de Manizales instaló un punto de atención para habitantes de calle durante la coyuntura por coronavirus.
Ninguno de los dos es habitante de calle, pero el destino los puso allí para recibir ayuda y enamorarse. Alfonso es viudo. Trabajaba en construcción y pintando. El día que la Secretaría de Gobierno del Municipio lo recogió en la calle no era precisamente por tener condición de habitante de calle. Se había dado un golpe en la cabeza y allí quedó tendido.
Por otro lado, a María Cecilia le ofrecieron alojarse junto con los habitantes de calle porque no tenía dónde quedarse. Iba de viaje para Bogotá. Acababa de terminar una misión en Neira cuando empezó el aislamiento preventivo por la covid-19.
“No es lo que uno tenga en la agenda sino lo que Dios tiene para uno en el camino”, dijo la misionera, quien aseguró que después de que salgan del punto de atención donde la Alcaldía de Manizales les ha ayudado con brigadas, alimentación y techo, seguirán predicando juntos la palabra del Señor.
“Cuando la vi por primera vez, María venía con una maleta y se veía que estaba desolada. Ambos llegamos acá por casualidad. Ese día yo estaba trabajando, tuve un golpe y caí en la calle”, recordó Alfonso sobre su encuentro.
Ardila Márquez fue seminarista, por eso cada día de la cuarentena ha predicado la Palabra de Dios con sus compañeros en El Arenillo. Cree que lo mejor que le ha sucedido en la vida es conocer a María Cecilia y que ambos prediquen. Sueña con poder volver a hablar con sus hijos. Dos de ellos viven en Italia y uno más, en Manizales.
Uno de los habitantes de calle que fue testigo del amor de María y Alfonso fue Juan Erges, quien estudió para ser sacerdote durante 8 meses en el Seminario, por lo que fue el llamado para dirigir la ceremonia simbólica en la que la misionera y el pintor unieron sus vidas.
Carla Sánchez, profesional en Desarrollo Familiar, de la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía de Manizales, manifestó: “La actividad que desarrollamos hoy fue para celebrar el amor. Durante esta atención que se les da a los habitantes de calle que encontramos en Manizales durante la emergencia, ellos han sido una pareja muy significativa, ya que han apoyado a sus compañeros en estos momentos tan difíciles, pues ninguno tiene a sus familiares cerca. Este es un mensaje de reflexión y aliento”.
245 habitantes de calle conviven en el ecoparque El Arenillo durante la pandemia.
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