Caldas vive por tercera vez un significativo aumento de casos de contagios por la COVID-19. Durante la última semana se han acelerado los contagios, razón por la cual se ha presentado una saturación de servicios de cuidado crítico.
“Entre el 6 y el 7 de abril aumentaron los casos en ocho puntos porcentuales con 12 pacientes confirmados y 11 sospechosos ocupando camas UCI. Así las cosas, nos encontramos en alerta roja por ocupación”, señaló la subdirectora de Salud Pública de Caldas, Lorena Gómez Giraldo.
La funcionaria reconoció que, al momento, hay internadas muchas personas por otras enfermedades y, reconociendo que se llega de una temporada vacacional, la proyección de casos nuevos es al alza.
“Según estimamos, entre el 23 de marzo y el 7 de abril se duplicó el número de casos; pasamos de 858 a 1.700 casos activos y eso se refleja en un aumento del 250% de la ocupación de camas. Si la tendencia se mantiene, como ocurrió en las primeras semanas de enero, la proyección de camas UCI que sería necesaria para atender sólo a los enfermos de COVID-19 en dos semanas será de 225”, añadió la funcionaria.
La cifra no contempla a quienes son sospechosos ni a quienes padezcan otras enfermedades, que se estima, sean alrededor de 40. Es de anotar que el departamento tiene 292 camas de cuidado intensivo.
La funcionaria hace un llamado especial a los caldenses a reducir al máximo su movilidad los próximos días, especialmente a quienes viven en la zona Centro Sur, pues estos cinco municipios (Manizales, Neira, Chinchiná, Villamaría y Palestina) son los que reportan más internos.
“Una de las recomendaciones que hacemos es que disminuyamos la movilidad y la probabilidad de contacto; eso nos va a permitir mitigar el impacto de las personas que tuvieron un riesgo en la Semana Santa. Además, que cada una de las secretarías de Salud incrementen las acciones de la estrategia PRASS para lograr un rastreo efectivo”, finalizó Gómez.
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