Persisten las anomalías térmicas en el fondo del cráter Arenas del volcán Nevado del Ruiz
El Servicio Geológico Colombiano reportó que en la semana comprendida entre el 16 y 23 de enero de 2024, el volcán continuó con un comportamiento inestable caracterizado por niveles bajos de actividad, que se evidencia en la disminución de la actividad sísmica y la desgasificación de dióxido de azufre (SO2), y la persistencia de anomalías térmicas en el fondo del cráter Arenas. En comparación con la semana anterior, las principales variaciones de los parámetros monitoreados fueron:
La sismicidad asociada al fracturamiento de rocas en el interior del edificio volcánico disminuyó en el número de sismos registrados y aumentó en la energía sísmica liberada. Los sismos se localizaron principalmente en el cráter Arenas y el flanco norte a oriental del volcán, a distancias menores de 6 km del cráter. En menor proporción, los sismos se localizaron en los sectores suroriental y sur- suroccidental. El rango de profundidades de los eventos varió entre 1 y 6 km respecto a la cima del volcán. La mayor magnitud de la semana fue de 1,2, correspondiente al sismo del 19 de enero a las 03:11 a.m., localizado aproximadamente a 3 km al norte de la estructura volcánica, a una profundidad de 6 km. Adicionalmente, se registró sismicidad de nivel de energía bajo relacionada con la actividad del domo (protuberancia o montículo) de lava ubicado en el fondo del cráter.
La actividad sísmica relacionada con emisiones pulsátiles de ceniza y gases a la atmósfera disminuyó en el número de sismos registrados y en la energía sísmica liberada. Las señales sísmicas de este tipo presentaron niveles de energía bajos a moderados. A través de las cámaras utilizadas en el monitoreo del volcán, fue posible la confirmación de varias emisiones de ceniza o cambios en la temperatura relativa del material emitido asociadas con algunas de estas señales sísmicas. Se destaca la señal del 20 de enero a las 8:57 p.m. por ser la de mayor nivel de energía y estar asociada a la mayor altura de columna de gases y ceniza de la semana. Relacionado con esta señal, se tuvieron varios reportes de fuerte caída de ceniza en inmediaciones del volcán y en los municipios de Villamaría y Manizales.
Las tasas de desgasificación de dióxido de azufre (SO2) fueron variables y disminuyeron levemente. La altura máxima de la columna de gases o ceniza fue de 1000 m en vertical y de 2000 m en dispersión. Estos valores fueron medidos sobre la cima del volcán el 20 de enero de 2024 y estuvieron asociados a la emisión de ceniza registrada a las 8:57 p.m. La dirección de dispersión de la columna predominó hacia el flanco noroccidental a occidental del volcán.
En el seguimiento de las anomalías térmicas en el fondo del cráter Arenas, desde las plataformas de monitoreo satelital, continuó el aumento en el número de detecciones y en los niveles de energía máximos registrados. En la madrugada de hoy se tuvo registro del mayor valor de energía desde que se monitorea este parámetro en el volcán (desde 2007), lo que evidencia la presencia de material magmático cerca de la superficie como se ha mencionado en repetidas ocasiones anteriormente.
No se descarta que sigan ocurriendo emisiones de gases y ceniza que, de acuerdo con el régimen de vientos que impere en el momento de la emisión, se dispersen hacia centros poblados, generando afectación por caída de este material. Por otra parte, en este estado de alerta volcánica se pueden presentar algunos sismos que pueden ser sentidos.
«Desde el SGC hacemos un llamado a las personas que visitan el Parque Nacional Natural Los Nevados para que no se acerquen a las zonas más próximas al cráter Arenas, donde el acceso está restringido, ya que la persistencia de las anomalías térmicas, la actividad relacionada con el domo de lava y las frecuentes emisiones de gases y ceniza hacen que este sector del parque sea peligroso para la vida y la integridad de las personas», señaló el Servicio Geológico.
Es importante no normalizar el comportamiento del volcán en estado de alerta Amarilla. Si bien este estado indica que el volcán presenta menor inestabilidad y, en consecuencia, menor probabilidad de hacer una erupción considerable, en cualquier momento su actividad podría incrementarse y pasar a un estado de alerta Naranja (volcán con cambios importantes en los parámetros monitoreados) o, incluso, a Roja (volcán en erupción).
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