“Como digo una cosa digo otra”
Por Diego Armando Cárdenas Rendón
Hablar mas de la cuenta es una de las costumbres de Gustavo Petro; primero dice algo sin mayor fundamento y luego él y todo su gabinete tienen que brindar las explicaciones de lo que realmente quería decir; “cómo digo una cosa digo otra” es el principio más adecuado a este comportamiento. Durante el discurso en municipio de El Salado (Bolivar) le ocurrió nuevamente al mencionar el papel de los empresarios frente a un supuesto Golpe de Estado y la ambición por la tierra de dicho sector.
Que el empresariado colombiano además de mantener inmiscuido en la política colombiana; financiando campañas, corrompiendo personas y buscando su propio beneficio a costillas de la sociedad, también haya apoyado financieramente grupos armados ilegales es algo imposible de negar. (Si tienen dudas, remítanse al informe de la Comisión de la Verdad). Pero de ahí a lanzar acusaciones de patrocinar su caída hay una distancia abismal. Las afirmaciones del presidente según las cuales, grandes empresarios desde España están recogiendo fondos para derrocar al gobierno son bastante delicadas. ¿Tendrá pruebas? Es algo de lo que no podemos estar seguros.
Contamos con un Jefe de Estado que solo recuerda las leyes que le convienen; pues precisamente olvida que unas palabras de semejante calibre están tipificadas como delito en Colombia. Según el artículo 221 del Código Penal las palabras expresadas se pueden constituir como Calumnia y castigarse con multas y hasta con prisión. No sería extraño que por estos días las noticias giraran en torno a citaciones jurídicas o retractaciones del dueño actual de la Casa de Nariño, como tampoco que su gabinete saliera a defenderlo.
A renglón seguido, en el mismo discurso expresó que si esto llegara a ocurrir: “El campesinado sabe qué tiene que hacer, la juventud popular sabe qué tiene que hacer, el pueblo trabajador sabe qué tiene que hacer así yo no siga en esta existencia”. Afirmación que, dada su ambigüedad, ya que no dice explícitamente que deberían hacer estas poblaciones, se puede interpretar como un llamado al levantamiento popular violento.
Preocupante que el mismo Presidente de la República incite la violencia por falta de cuidado a la hora de hablar en público.