Por Leonardo Velásquez Orozco – Ingeniero Químico
Colombia no es un país pobre, es un país mal administrado, con altos impuestos, una corrupción desbordada y una enorme deuda pública; todo esto generado por el extravagante tamaño de la corporación política, un lujo que otros países con mayores ingresos no se permiten. Tenemos que cambiar para poder dar oportunidades de progreso económico a toda la población. Los hechos y análisis económicos que se describen a continuación mostrarán lo caro que es en Colombia la política.
Para comienzos del siglo XX el gasto público de Colombia era del 5% del PIB, entre 1925 y 1990 oscilo entre valores del 8 al 14 %, a partir de 1991 este ha venido creciendo constantemente con cada gobierno, hasta llegar al nivel más alto de la historia republicana con 30 % del PIB.
Para poder sostener este creciente gasto público, cada cierto tiempo se debate como equilibrar las finanzas del estado y siempre se llega a la conclusión: Se requiere una reforma tributaria. Tristemente el necesario ajuste fiscal se logra por el lado de los ingresos, aumentando los impuestos en desmedro de la población en general.
Estos sucesivos aumentos en la carga impositiva, nos tiene hoy según el Banco Mundial con una rata contributiva para las empresas del 71.9%, que nos tiene como uno de los países donde más impuestos se pagan y nos hace en nada atractivos para la inversión.
La otra opción que tiene un país para equilibrar las finanzas estatales es reducir los gastos, opción de la cual poco o nada se habla ya que esta afectaría a la corporación política y a su forma de mantenerse en el poder.
Reducir los gastos, no solo es una opción, es necesario, es urgente y se justifica en que por cada 100 pesos que ingresan en el presupuesto nacional 35 % se utiliza en funcionamiento y apenas 20 % en inversión.
La Ineficiencia y el despilfarro del estado Colombiano en todos sus niveles es alarmante, esto se puede mostrar con el siguiente análisis comparativo donde se analiza el tamaño burocrático entre Colombia y Estados Unidos.
Colombia tiene una población de 50 millones de personas distribuidos en 32 departamentos, en contraposición Estados Unidos que tiene una población 326 millones de habitantes distribuidos en 50 estados, con lo cual cada unidad administrativa aglutina un promedio de 1,56 millones de personas en Colombia y de 6,5 millones de personas en los Estados Unidos, esto quiere decir, que una de las mayores economía del mundo es 4,1 veces más eficiente a nivel departamental que nuestro pais.
En el nivel municipal las cosas no cambian mucho, en los Estados Unidos hay 3.143 condados, que son los equivalentes a nuestros municipios; si dividimos la población de Estados Unidos entre la cantidad de condados se determina que en promedio habitan 103.722 personas en cada condado.
En Colombia hay 1.123 municipios, al realizar la misma operación se determina que en promedio habitan 44.523 personas en cada municipio, es decir, en el nivel Municipal nuevamente Estados Unidos es 2.3 veces más eficiente administrativamente hablando que Colombia.
Lo anterior significa que tenemos muchos más Gobernadores, Alcaldes, Diputados, Concejales y empleados municipales que los Estados Unidos.
Y que pasa a Nivel Nacional, la burocracia del Congreso?
Estados Unidos tiene un congreso formado por 100 Senadores y 435 Representantes, es decir que para su población de 326 millones de personas hay un congresista por cada 609.000 personas.
Colombia tiene un congreso formado por 108 senadores y 171 Representantes, es decir que para una población de 50 millones de personas hay un congresistas por cada 179 .000 personas.
Esto nos lleva a concluir que para el nivel nacional Estados Unidos es 3.4 veces más eficiente que Colombia. Si tenemos en cuenta que el ingreso per cápita de Colombia es de USD 6.600.oo y el de los Estados Unidos es de USD 59.500.oo, llegamos a la dolorosa conclusión que nosotros los Colombianos que tenemos menores ingresos nos damos el «lujo» de tener instituciones entre 2,3 y 4.1 veces más ineficientes que los Estados Unidos.
Cada día la Corporación Política Colombiana es más grande y con mayores recursos económicos, desafortunadamente los obtiene de una ciudadanía empobrecida por la gran cantidad de impuestos, burocracia y regulaciones que no hacen más que limitar la libertad de los individuos y constreñir el desarrollo económico.
Para realizar el necesario ajuste fiscal, se debe exigir a la Corporación Política una profunda reforma estatal, para tener un estado eficiente, que disminuya el excesivo gasto público y que nos permita ir por el camino de la libertad económica con un nivel impositivo adecuado que atraiga la inversión y genere empleo.
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