Opinión

Bajo la sombra de los elefantes

Por Oscar Giraldo

50 años ha soñado Caldas con tener un aeropuerto que no se cierre por caídas de ceniza o mal clima o por la mala intención de aerolíneas, pero mientras los políticos pelean por defender sus vanidades, sigue siendo Aerocafé un sueño.

¿Y es acaso la terminal aérea de Palestina la solución a los problemas de comunicación para Caldas? Este escenario, convertido ahora en caballito de batalla para muchos que buscan conseguir votos para próximas elecciones, parece hacernos olvidar de las carreteras, los grandes ríos Cauca y Magdalena, de los túneles y de los ferrocarriles que fueron símbolo de progreso otrora.

No solo nos hicieron centrar la atención en una obra que no debería ser prioridad, sino que nos olvidamos de grandes promesas de politiqueros y de otras que se quedaron en meros renders, promesas que han ido pasando de gobernantes a sucesores, y que hoy no son sino fantasía.

Haciendo un recorrido por algunos municipios, nos encontramos en La Dorada con el desmantelamiento de las bodegas del ferrocarril o la eterna construcción del hospitalito en el barrio Las Ferias que se debió haber entregado hace un año. Ni hablar de los parques Gaitán y Bolívar, también conocido como el de Las Iguanas, cuya remodelación sigue a paso de tortuga.

En Villamaría se prometió la construcción del megacolegio de Kennedy. Inauguraron el inicio de obras y hasta ahí llegó la intención, nunca se entregaron las tan anunciadas 40 aulas para la jornada única con una supuesta inversión de $14 mil millones.

Marquetalia hoy padece por la ausencia de escenarios deportivos. En la administración pasada se autorizó la construcción de una plaza para el esparcimiento en donde antes existía una cancha multifuncional y se aprobaron recursos para la construcción de un escenario contiguo al coliseo, pero hoy, casi tres años después, no se ven movimientos más que su uso como pesebrera.

Manizales, sin duda, se lleva un deshonroso lugar con el anunciado hospital para fauna en la administración pasada, que luego pasó a ser para mascotas. Pero casi siete años después, ahí sigue, sin horizonte y con el dinero desperdiciándose.

Y si nos vamos municipio por municipio, seguiremos viendo el anuncio de grandes obras que nunca fueron, de otras que se quedaron en meras promesas de campaña y de monumentos a la mentira, esa mentira a la que nos acostumbramos y que como buenos áulicos justificamos y a cuyos autores les seguimos permitiendo que obtengan votos y disfruten de unos sueldos injustificados, luchados con el sudor de la frente de mandaderos e inocentes electores.

Insistiré que un aeropuerto bajo las condiciones que se presentó, basado en la opinión de los conocedores, no es el que necesita Caldas. No es el que representará competitividad si tan solo servirá para recibir vuelos locales.

Lo que empieza mal, termina mal, y que la española OHL, señalada por corrupción y sobornos, haya podido meterse en Palestina nos da a entender que seguiremos en las mismas, que tenemos un sistema fallido en el que cualquiera puede hacerse a millonarios contratos y en su camino solo podrán dejar ruina y desazón.

BC Noticias

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