La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, de aplicar un arancel general del 10% a productos importados –incluidos los colombianos– desde el pasado 5 de abril, ha generado una notable preocupación en el departamento de Caldas. Marino Murillo Franco, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de Caldas, expresó la inquietud del sector ante las repercusiones de esta medida en la economía regional y nacional.
“Definitivamente un 10% en aranceles significa un menor alcance para nuestros productores”, afirmó Murillo Franco. El funcionario destacó los esfuerzos continuos para apoyar a los campesinos locales en la producción y comercialización, pero subrayó cómo decisiones externas de esta índole afectan directamente a sectores clave. “Este tipo de decisiones afectan a cadenas productivas tan importantes en el departamento como lo son el aguacate hass y el café”, señaló.
Aguacate Hass: Competitividad amenazada
El impacto es particularmente sensible para el aguacate Hass. Colombia se posiciona como el segundo exportador mundial de esta fruta hacia Estados Unidos, superado únicamente por México. Sin embargo, México no está sujeto a este nuevo arancel para dicho producto, lo que sitúa al aguacate colombiano, y específicamente al caldense, en una clara desventaja competitiva.
Esta situación “representa un desafío directo para la rentabilidad del sistema productivo en Caldas”, indica el análisis de la Secretaría. Los productores, en especial los pequeños y medianos, se verán obligados a ajustar sus costos operativos, con el riesgo de tener que comprometer inversiones en insumos o medidas fitosanitarias esenciales. Se teme además un impacto negativo en la generación de empleo formal, considerando que esta cadena productiva sostiene alrededor de 14 mil puestos de trabajo directos en el departamento. Caldas es el tercer mayor exportador de Hass en Colombia, con una producción anual cercana a las 9.500 toneladas y cerca de 14 mil hectáreas cultivadas.
Café Caldense: Entre la cautela y la oportunidad
Para el café, otro pilar de la economía caldense, el panorama presenta matices. Aunque el grano colombiano también enfrenta el arancel del 10%, importantes competidores en el mercado estadounidense, como Vietnam e Indonesia, afrontan tarifas considerablemente más altas (entre el 46% y 32%, respectivamente). Esto podría, paradójicamente, mantener un margen de competitividad para el café nacional.
No obstante, los caficultores han recibido la noticia con cautela, conscientes del peso del mercado estadounidense, que representa aproximadamente el 40% de las exportaciones de café del departamento (cuyo valor total alcanza los 670,1 millones de dólares anuales en café sin tostar, descafeinado y soluble). Esta industria genera unos 74 mil empleos directos en los 25 municipios cafeteros de Caldas, donde se cultivan 57.638 hectáreas.
Estrategias y llamado al Gobierno Nacional
Ante este escenario, el secretario Murillo Franco enfatiza la necesidad de una respuesta proactiva. “Debemos comenzar a buscar otros mercados. Por ello venimos hablando con pequeños, medianos y grandes productores para hacerlo”, declaró. Subrayó la importancia de continuar formulando políticas adaptables y de “seguir ayudando a los productores en la transformación de sus productos para que tengan un valor agregado”.




