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Accidentes viales se prevendrían con educación y mejor infraestructura

Optimizar la gestión institucional, adelantar campañas educativas enfocadas en generar consciencia relacionada con el comportamiento de los usuarios en la vía, y rehabilitar o renovar algunas condiciones de la infraestructura vial contribuiría a mejorar los índices de seguridad vial en Colombia.

Así lo estableció el ingeniero civil Juan Felipe Gallego Zuluaga, magíster en Ingeniería – Infraestructura y Sistemas de Transporte de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, luego de realizar un análisis histórico de accidentes de tránsito en las vías de Caldas, que se podrían asimilar a otros trayectos del país.

Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y el Ministerio de Salud, en 2019 se registraron en Colombia175.605 siniestros viales, en los que se presentaron 743.977 heridos y 6.495 fallecidos, de los cuales el 54 % fueron motociclistas y 25 % peatones.

Estas cifras persisten desde 2013, por lo que el magíster de la UNAL encontró una serie de alternativas que podrían contribuir a reducir las altas cifras de siniestros viales en el país.

Las soluciones que plantea se basan en cinco pilares del Plan Nacional de Seguridad Vial, en las que, con acciones del Estado y de la población, se podría reducir la mortalidad y morbilidad en las carreteras del país.

Tramos en prueba

El magíster desarrolló su estudio en 13 tramos de las vías nacionales de Caldas, el cual serviría como trabajo muestral que se podría aplicar en el resto del territorio nacional.

En su estudio recopiló información relacionada con la siniestralidad vial, incluyendo bases de datos tanto de entidades públicas y privadas como de alcaldías de municipios, la Gobernación de Caldas, la Secretaría de Infraestructura y la Unidad de Tránsito Departamental. Además recorrió de día y de noche las vías de estudio para analizar, tramo a tramo, los sitios con alta siniestralidad.

Dentro de sus propuestas destaca especialmente que se debe priorizar la infraestructura, con la renovación y el mantenimiento de la señalización vial, aumentar la iluminación, crear estrategias para controlar la velocidad y mejorar la infraestructura peatonal en las vías nacionales.

En cuanto a la gestión institucional, considera necesario “capacitar a los funcionarios de las diferentes administraciones para direccionar mejor los recursos y la atención de situaciones específicas relacionadas con la accidentalidad”. Sugiere además que se creen más bases de datos de siniestralidad, sobre todo en municipios pequeños, para evitar la ausencia de información.

En cuanto al recurso humano, el magíster recomienda incrementar la educación vial tanto en colegios y universidades como en las vías, a fin de concientizar sobre los riesgos que viven los actores viales cuando realizan prácticas inadecuadas a lo largo de sus desplazamientos.

“La imprudencia y las malas decisiones del conductor, así como el desconocimiento de las normas de movilidad y la violación de señales de tránsito muestran que el factor humano en sí es uno de los principales causantes de los siniestros viales”, explica.

En cuanto a vehículos seguros, plantea controles y campañas que aborden situaciones relacionadas con el SOAT, el certificado técnico-mecánico, el transporte de niños, la modificación de los vehículos y otras que influyan en la seguridad vial y en las condiciones de los automotores.

“El artículo 82 del Código de Tránsito explica que los niños menores de 10 años deben tener unas condiciones de seguridad específicas al transportarse y la gente no lo sabe, lo que podría provocar imprudencia por parte de los usuarios”.

Por último, el estudio aborda la importancia de brindar atención oportuna y adecuada alas víctimas,pues el magíster explica que “muchas veces cuando ocurre un accidente las personas involucradas no tienen claro cuáles son los pasos a seguir o cómo deben abordar la situación, máxime si se presentan heridos o fallecidos. Por eso se debe optimizar la atención primaria y hacer un seguimiento adecuado de la recuperación y rehabilitación tanto física como mental de las víctimas”.

Según la investigación, solo en las vías nacionales de la zona centro sur de Caldas hubo 3.501 siniestros entre 2013 y 2017, en los que 1.138 fueron solo daños materiales, 2.313 con personas heridas y 50 con una o más pérdidas de vidas humanas.

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