Buscan salvar la vida de Alejo

Una historia que ha conmovido a Manizales y varias personalidades del país, es la de Alejandro Correa González, un niño de tres años que lucha contra el Síndrome de Wiskott Aldrich (WAS), la cual es una enfermedad huérfana, muy rara y mortal. Esta inmunodeficiencia primaria va matando lentamente su sistema inmunológico, lo cual conlleva a que presente muchas infecciones, eczemas, destruye las plaquetas y sin ellas sangra por la nariz y encías, y también podría llegar a desarrollar un cáncer llamado linfoma.

Inicialmente le diagnosticaron erróneamente con Púrpura Trombocitopénica Idiopática (PTI), lo que permitió que la enfermedad avanzara de forma silenciosa. En octubre de 2015, vivía con sus papás en La Dorada, pero por sus constantes y abundantes sangrados se mudaron a Medellín.

En Medellín conocieron al doctor Andrés Felipe Escobar González, hematólogo pediátrico del Hospital Pablo Tobón Uribe, quien les explicó a los padres que el niño padecía de WAS y la única cura era realizar un trasplante de células madre de cordón umbilical. En febrero de 2016, y el médico decía que lo más recomendable era llevar a cabo el procedimiento antes de que cumpliera  2 añitos.

Después del diagnóstico, y de haberse realizado los exámenes requeridos para el proceso de pre trasplante, el Hospital encontró un donante con compatibilidad perfecta de 6/6, en Galicia (España). Las células de cordón llegaron a Colombia, y el 30 de septiembre lo internaron para empezar la quimioterapia.

«El trasplante se lo practicaron el 11 de octubre. 38 días, volví a nacer. El injerto comenzó a dar señales de que mi cuerpo lo estaba aceptando, la felicidad fue total. Y el médico, al ver que mi recuperación iba tan bien, me dio de alta el 21 de noviembre. Todo iba muy bien, sin embargo los sangrados reaparecieron a los pocos días de mi alta. Y sí, otra vez comenzaron los chuzones para poder tomar muestras de sangre y recibir las transfusiones. En los exámenes se reflejaba el aumento de las defensas, pero las plaquetas no reaccionaban. El desconcierto de la familia se sentía, pero todos trataban de continuar con buena energía» cuentan los padres de Alejo.

Por esta razón el doctor  envió nuevamente la cuantificación de Gen WAS, el cual salió en el 81%. Llegó marzo de 2017 y con él, el diagnóstico de Trombocitopenia Autoinmune, que aunque no era grave sí había que hacer controles. Es decir, más chuzones. El 8 de agosto, los exámenes de sangre salieron mal. Neutrófilos bajos, plaquetas bajas y volumen plaquetario disminuido. La nueva cuantificación del Gen salió en 67%, y el resto de los indicadores estaban muy bajos. Los resultados del quimerismo eran del 0% y Alejo perdió el injerto.

Existen dos opciones de tratamiento: Terapia Génica y Trasplante Histoidéntico: Alogénico no Relacionado. Pero ninguno de los dos procedimientos se realizan en Colombia. La terapia génica aún se encuentra en fase de investigación científica, entonces el mejor tratamiento para el niño es el Trasplante Histoidéntico: Alogénico no Relacionado.

Esta opción de vida se la puede brindar el Boston Children´s Hospital, pero tiene un costo muy alto para su familia: $1 millón de dólares.  Como parte de la defensa de sus derechos, sus papás solicitarán a la EPS Sura que cubra su procedimiento en el exterior, por el derecho que tenemos a intentarlo todo por la vida, y por haber realizado ya un procedimiento que por desagracia no funcionó.

«La toxicidad que tengo en mi cuerpo por la quimioterapia reduce mis probabilidades de éxito sólo a un 40% con el tratamiento que me ofrecen en Colombia. Por eso explorar un nuevo tratamiento en Estado Unidos podría salvarme la vida. Sin embargo, todos saben que el tiempo no está de mi parte. En cualquier momento podría contraer una infección, que puede resultar mortal. Como es bien sabido, los procesos legales y administrativos demandan mucho tiempo. Así que es perentorio recolectar la mayor cantidad de recursos en el menor tiempo posible, para poder dar inicio a mi traslado»

En la actualidad Alejo tiene que recibir transfusiones de plaquetas de forma continua, pues su conteo plaquetario ha llegado a bajar hasta 2 mil. El riesgo de infección es muy alto, los neutrófilos están muy por debajo, y en su cabeza el eczema volvió a aparecer.

Sus padres pidan que los ciudadanos se unan a la campaña que busca salvar la vida de Alejo. De esta forma le ganaría esta segunda, y última batalla, al Wiskott Aldrich, una enfermedad que tiene una incidencia de 1 en 100.000 nacidos vivos… y ese 1, soy yo.

Sus padres establecieron que la forma de ayudar a Alejo es de la siguiente manera:  Los fondos los están recolectando en la cuenta de ahorros número: 00771005349 cuenta de ahorros de Bancolombia a nombre de Juan José Correa Carvajal. El padre de Alejo. #unmillondesonrisasxalejo

Conoce la historia de Alejo en: https://goo.gl/NS1rgU

BC Noticias

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Esta página utiliza Cookies    Más información
Privacidad