Apagones se reducirían adecuando infraestructura eléctrica

Se trata de un servicio de capacidad de operación por islas, según lo señala el doctor en Ingeniería – Línea Automática Juan David Marín Jiménez, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales.

“Básicamente consiste en un servicio de soporte técnico que tiene la posibilidad de aumentar la confiabilidad y flexibilidad de los sistemas eléctricos de distribución, con una infraestructura eléctrica automatizada”, precisa.

Según el doctor Marín, en Colombia ningún sistema solar fotovoltaico sirve de soporte para restablecer el servicio de energía eléctrica después de un apagón.  El promedio anual en que se va el sistema de energía en Colombia es de 16 horas, mientras que en otros países está entre 20 minutos y 10 horas, puntualiza.

Con este sistema automático, el restablecimiento del servicio tardaría minutos y no horas como puede ocurrir normalmente en nuestro territorio. Este servicio funciona en países como Serbia, Suiza, República Checa y Estados Unidos.

Para que se reduzcan los tiempos de los apagones (como el ocurrido el año pasado en Panamá, que dejó sin servicio a cerca de 500 mil usuarios por más de cuatro horas), “las centrales hidroeléctricas deben invertir en la adecuación de sus sistemas, como la puesta a tierra y los equipos de telecomunicaciones, además de controladores de tensión y frecuencia, incluidos inversores híbridos en sistemas solares fotovoltaicos”, agrega.

Menciona que si, por ejemplo, llegara a ocurrir un apagón en una zona de Manizales, como el de este sábado 17 de marzo, es posible que una reconfiguración del sistema permita que este se aísle, incluida una pequeña central hidroeléctrica, de forma que el servicio se pueda restablecer a los usuarios en pocos minutos.

Sin estímulos

El experto siente que falta un estímulo, especialmente económico, por parte de la Comisión Reguladora de Energía y Gas (CREG) para que las empresas inviertan en la adquisición de esto equipos adicionales, y reglamentar las condiciones técnicas que permitan esta operación.

Además considera que es necesario que los operadores de red o dueños de centrales hidroeléctricas tengan la voluntad técnica de implementar este servicio en el país.

“La adecuación de una pequeña central de cinco megavatios cuesta alrededor de 300 mil dólares (900 millones de pesos) y con esta se pueden alimentar cerca de 5.000 usuarios”, señala el doctor Marín.

Un estudio preliminar, realizado en una central hidroeléctrica de dos megavatios de la Región Cafetera y que contó con el apoyo del grupo de investigación Environmental Energy and Education Policy (E3P) de la U.N. Sede Manizales, establece que se pueden beneficiar 1.600 usuarios, que tendrían prácticamente el servicio continuo en caso de un apagón.

Modelo económico

El doctor Marín diseñó un aplicativo que permite identificar qué dinero se necesita para implementar un servicio de capacidad de operación por islas, cuánto dinero se requiere para realizar esta operación en determinada zona o barrio, y cuáles son sus desafíos técnicos.

Se trata de un modelo dinámico de sistemas creado en el software PowerSim y un sistema de análisis de datos creado en R Studio. Además permite simular el desempeño de los usuarios con este nuevo sistema si se llegara a implementar en Colombia.

Foto: cortesía Universidad Nacional

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